LA CULTURA TIENE SU MERCADO ILEGAL


EL HERACLES ARQUERO DE ANTOINE BOURDELLE. LE HE PEDIDO AL GOBIERNO DE LA CIUDAD AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES, EN CUYA JURISDICCIÓN ESTÁ ESTA ESCULTURA, QUE SE PONGA DE ACUERDO CON LA SECRETARÍA DE CULTURA DE LA PRESIDENCIA DE LA NACIÓN Y QUE SE LA GUARDE EN EL MUSEO NACIONAL DE BELLAS ARTES A FIN DE PRESERVARLA PARA LAS FUTURAS GENERACIONES.
Foto Julio R. Sosa
EL RELOJ QUE PERTENECIÓ A MANUEL BELGRANO, FUE ROBADO DEL MUSEO HISTÓRICO NACIONAL

















CUATRO TONELADAS DE FÓSILES FUERON REPATRIADOS EL AÑO PASADO
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UNA LAPICERA DEL PRESIDENTE ORTIZ FUE ROBADA DE CASA DE GOBIERNO.


Raquel San Martín
LA NACIÓN
Disimulados en el equipaje, escondidos entre objetos legítimamente exportables, robados entre otros bienes de una casa, ocultos entre la ropa de alguien que visita una biblioteca, los bienes culturales representan un renglón específico y valioso del tráfico ilícito de objetos.
Según datos de Interpol, hasta la mitad de 2008 se denunciaron en la Argentina 519 objetos robados, entre cuadros, libros antiguos, monedas y billetes, platería y fósiles, que pasaron a engrosar una industria que, a nivel mundial, moviliza unos 7000 millones de dólares cada año, y que está en el tercer lugar del ranking de mercados ilegales, después del tráfico de drogas y de armas.
La ciudad de Buenos Aires y la provincia son los lugares donde más robos de objetos culturales se denuncian (fueron el 66% en 2008; el 65% en 2007, y el 75% en 2006).
Las cifras de Interpol dicen que en 2007 se denunciaron en la Argentina 752 objetos robados, principalmente libros antiguos (36%), antigüedades (28%), cuadros (11%) y platería (10%). En 2006, fueron 888 objetos, mayormente grabados (66%), libros antiguos (11%) y objetos arqueológicos (7%). En el país, durante 2008, el tráfico ilegal de bienes movilizó más de 3 millones de dólares.
Interpol tiene datos hasta mediados del año pasado. "Es difícil hacer una proyección para la segunda parte del año en el robo de objetos culturales, porque no hay obligación de denunciarlo. Ahora aparece gente denunciando objetos que le robaron hace cinco años", dijo a LA NACION Marcelo El Haibe, responsable del área de Protección del Patrimonio Cultural de Interpol. "Hay más denuncias porque la gente se da cuenta de que tiene más chances de recuperarlos", analizó.
La búsqueda de estos bienes, que comienza con su publicación en Internet, puede tener recorridos cinematográficos, desde un mercado de pulgas porteño hasta una galería parisina. Así ocurrió, por ejemplo, con la recuperación, en 2005, de tres valiosos cuadros (de Renoir, Cézanne y Gauguin), que habían sido parte del botín robado en 1980 en el Museo Nacional de Bellas Artes, y que se rastrearon hasta París. En 2008, en tanto, se repatriaron cuatro toneladas de fósiles que habían sido halladas en febrero de 2006 en una feria de paleontología en Arizona.
Para "crear conciencia sobre la ilicitud del tráfico de bienes culturales", la Secretaría de Cultura de la Nación acaba de lanzar la segunda edición de una campaña, con carteles y afiches que se exhiben en 16 aeropuertos y 100 puestos de frontera, un video institucional que se emitirá por televisión, un sitio de Internet y una campaña que llegará por correo electrónico.
Los afiches utilizan 14 pares de imágenes que, por oposición, señalan los bienes históricos, arqueológicos y artísticos que hay que preservar. Este año se agregaron más imágenes, se les dio más peso a los bienes artísticos y se incorporaron obras recuperadas. La primera campaña se hizo desde el 15 de diciembre de 2006 y durante 2007.
Controles débiles
Lejos del mundo del arte o las antigüedades, el listado de bienes culturales en peligro incluye el patrimonio histórico y arqueológico que guardan iglesias, museos, yacimientos y la naturaleza. En el Sur hay más robos de restos paleontológicos; en el Norte, de restos arqueológicos; en Buenos Aires, Mendoza y Córdoba, de libros y obras de arte. La distinción no sólo se explica por la disponibilidad de esos bienes en cada lugar, sino por la debilidad de los controles en muchas zonas del interior.
"Hay muchos robos porque son bienes fáciles de disimular en un equipaje. Y también se esconden en el envío de grandes volúmenes de bienes lícitos. Los fósiles recuperados estaban en cajones con piedras legítimamente exportables", dijo el secretario de Cultura, José Nun.
Pesa también la poca conciencia social sobre el tema. "Hay zonas en la Patagonia en las que uno se pone a excavar y encuentra fósiles. Hay que tener conciencia de que es necesario declararlo." En ciertos lugares del país, afirmó, hay objetos valiosos que pueden comprarse por poco dinero. "El Estado debería intervenir más en el entrenamiento del personal aduanero. Si puede reconocer estos bienes, va a poder vigilar mejor lo que ocurre", dijo Nun.
La policía puede hacer una tipología de los autores de estos robos. "En cuadros y otros objetos de arte, suelen ser ladrones ocasionales que entran en una casa y se encuentran con eso", dijo El Haibe. "Por eso en los mercados de pulgas se suelen encontrar cosas interesantes", señaló.
Con los libros antiguos, se necesita más conocimiento. "Son ladrones especializados, porque saben lo que se roban", explicó.
Sin rastros
El reloj de Belgrano. El 30 de junio de 2007 desapareció un reloj de oro que perteneció a Manuel Belgrano, que se exponía en el Museo Histórico Nacional.
Robos exprés. En febrero de 2008, en menos de 24 horas, una momia indígena de 900 años de antigüedad y más de 400 monedas de oro y de plata fueron sustraídas en un museo de La Boca y en el Museo del Banco Nación, respectivamente.
A plena luz del día. Una lapicera que perteneció al presidente Roberto Ortiz desapareció de la Casa Rosada en agosto de 2008.
En la Justicia. Por estos tres robos, hay tres personas procesadas. Los objetos no aparecieron.
Cinematográfico. El 26 de julio de 2008, 15 obras de Berni fueron robadas cuando eran trasladadas en un camión. No hay novedades en la investigación.


Fuente: lanacion.com

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