SALIENDO, EL MURAL DE SEGUÍ
QUE SE LUCE EN LA LÍNEA E


Está compuesto por 600 cerámicas; ayer fue presentado en la estación Independencia

No puede dejar de llamar la atención. Si el usuario del subte camina rápido, lo impactan la dimensión y el brillo. Si no hay tanto apuro, se permite jugar a reconocer entre los rostros a algún eventual famoso. Desde el mediodía de ayer, la estación Independencia de la línea E luce una auténtica joya: Saliendo , el mural que diseñó el notable artista plástico Antonio Seguí.
El dibujo original tiene 50 centímetros por 1,50 metros y todavía está en manos de Seguí, pintor nacido en Córdoba que vive desde hace años en París. Metrovías ya lo adquirió, pero llegará al país en poco tiempo más. El mural que se disfruta en el amplio corredor de la estación Independencia tiene 12 metros de largo por dos metros de altura.
El laureado artista, de 77 años, que en su amplia trayectoria cuenta con más de 40 premios internacionales de primer nivel, prometió ir a conocer su obra cuando visite Buenos Aires. Saliendo es el mural número 26 de la serie que se ha incorporado en los últimos años al subte, que incluye obras de Luis Felipe Noé, Rogelio Polesello, Hermenegildo Sabat, Josefina Robirosa, Luis Fernando Benedit, Pablo Siquier y Carlos Nine, entre otros destacados artistas.
Para convertir el diseño en mural trabajaron durante tres meses el grupo de ceramistas integrado por Teodolina García Cabo, María Garriga, Carlos Jordán, Graciela González, Stella Maris Laboret y Eugenia Castillo.
En total se necesitaron 600 cuadrados de 20 centímetros por 20 centímetros para convertir el dibujo original en el mural que disfrutan los usuarios del subte.
Hace diez días, en un diálogo telefónico con La Nacion, Antonio Seguí contó cómo eligió Saliendo : "Busqué la serie sobre subterráneos que hice en 1990 y elegí uno que me gustó mucho, porque era como un espejo de la gente que pasaba por ahí".
Contento porque en Buenos Aires se mantenga la tradición ceramista, Seguí sorprendió al confesar que en París utiliza muy poco el subterráneo como medio de transporte.
"Prefiero andar por arriba, porque nunca estoy excesivamente apurado", justificó este Caballero de la Orden de las Artes y las Letras y miembro de la Academia Europea de Ciencias, Artes y Letras de Francia.

Fuente: lanacion.com

LA FÁBRICA DE ALPARGATAS
SERÁ LA SEDE 2012 DE FOA


Se buscará recuperar el edificio y luego destinarlo a viviendas


El diseño no da respiro. A poco tiempo de cerrar una nueva edición de Casa FOA, se acaba de confirmar cuál será la próxima sede de la muestra más importante de arquitectura, diseño y paisajismo.
El edificio elegido para 2012 es Molina Ciudad, más conocido como el edificio que albergó la fábrica textil Alpargatas (avenida Patricios y las calles Olavarría, Hernandarias y Aráoz de Lamadrid). La edificación, de 1883, está en pleno corazón de La Boca, uno de los barrios de mayor riqueza arquitectónica de la ciudad. El Sur, además, es una de las zonas revalorizadas a partir de la incursión de la muestra en distintas sedes, como la ex fábrica de galletitas Canale.
"Queríamos quedarnos en el sur de la ciudad y hacía rato que queríamos crear junto al barrio de La Boca. Esta sede representa un viaje en el tiempo, cuando Alpargatas, una de las mayores productoras textiles de la Argentina, inaugura la fábrica, un indiscutible ícono industrial de nuestro país", dijeron las directoras de Casa FOA, Mercedes e Inés Campos Malbrán, durante la presentación de la nueva sede.
Esta es la primera vez que Casa FOA presenta su próxima edición con tanta anticipación. En general, esa información se devela unos meses antes de que se inaugure la muestra. Pero en este caso las directoras tenían muchas ganas de contarlo.
"Lo sabíamos hace un tiempo y nos sobraban las ganas de decirlo, de compartirlo, así que en la última edición dimos algunas pistas en el espacio Mirando al Sur, que contaba con elementos que pertenecieron a la fábrica", dijo Inés Campos Malbrán.

NUEVO DESTINO

El edificio Molina Ciudad pertenece a GES Fiduciaria SA, cuyo titular es Fernando Barenboim, un reconocido arquitecto con una amplia trayectoria en recuperación, reciclaje y puesta en valor de edificios históricos.
"Pensamos en Casa FOA porque, al igual que GES Desarrollos, compartimos las ganas de trabajar en la puesta en valor de edificios históricos de gran valor social y cultural, generando un incuestionable aporte para la comunidad", agregó Barenboim.
La estructura principal del edificio y todos aquellos rasgos que lo identifican, como la chimenea, su modulación, sus pilastras, sus ornamentos, serán preservados, y se construirán viviendas tipo loft, estudios, locales comerciales y, eventualmente, oficinas.
La antigua masa edilicia será intervenida con un tajo central sobre la avenida Patricios, el cual será denominado Grand Atrium Lobby. Esta gran "piazza" cubierta será de acceso libre para el público y albergará locales comerciales, restaurante, confitería, usos recreativos, business center, lobby de las oficinas y se vincula con los halls de acceso a las viviendas.

Fuente: lanacion.com

ARTE ARGENTINO
SOBRE DELICADO PAPEL JAPONÉS



Se presentó el proyecto Washi Luz y Color en el Palacio Duhau; participan destacados maestros

Novedosa e infrecuente, la idea de Roth, secundado por Mami Goda, de Japón, y la artista ecuatoriana Isabel Espinoza, fue convocar a los grandes maestros del arte argentino para crear una obra sobre papel Washi, que se convertiría en un "objeto de luz", una lámpara de silenciosa belleza.
Washi es una fibra trabajada artesanalmente para alcanzar su espesa textura de papel, que tiene un profundo sentido simbólico en la cultura japonesa. Un pliego de 1.20 metro por 30 centímetros fue utilizado como soporte por los artistas para crear obras singulares. El resultado son 33 lámparas de formato cuadrado que se exhiben en el Paseo de la Artes, recreando un clima mágico, cálido y colorido.
La presentación de la última conferencia del ciclo estuvo a cargo de Diego Costa Peuser, presidente de Arte al Día, que reiteró su compromiso con la difusión del arte, y agradeció a Marta y Juan Scalesciani, propietarios del hotel, el apoyo a esta iniciativa de la que participaron, entre otros, Luis González Palma, Guillermo Kuitca, Eduardo Costantini y la curadora Ana Sokoloff.
Matías Roth y el artista Duilio Pierri respondieron a las preguntas de la periodista Alicia de Arteaga, sobre el proyecto Washi, que ya fue exhibido en el Instituto Cervantes de Tokio. En Washi Color participaron León Ferrari, Noé, Santoro, Pierri, Benedit, Robirosa, Maccio, Polesello, Minujín, Renata Schussheim, Marcia Shvartz, Le Parc, Nahuel Vecino, Testa, Seguí y Puente, entre otros.
Auspiciaron también la Dirección de Asuntos Culturales de la Cancillería y la Secretaría de Cultura de la Nación..

Fuente: lacion.com

UNA OBRA DE ARTE QUE REFLEJA EL ANDAR
DE LOS PASAJEROS EN EL SUBTE



CAMINANTES. LOS PERSONAJES AVANZAN, IGUAL QUE LOS PASAJEROS.

Saliendo”, así se llama el mural, inspirado en una obra del artista plástico Antonio Seguí , que desde ayer acompaña a los usuarios de la línea E del subte y también a aquellos que hacen la combinación con la C. La obra está en la estación Independencia (Lima 835) y se convirtió en la número 26 incorporada por Metrovías.
Fue el mismo Seguí el que la eligió entre otras piezas de su colección “Subterráneos”. Según él, que vive en París, genera un efecto de cercanía, ya que representa a personas caminando, que parecen hacerlo a la par de los miles de pasajeros que todos los días transitan esos pasillos. La sensación de Seguí se comprueba con sólo pararse un rato a mirar mientras pasa la gente.
El mural tiene 12 metros de largo y 2 de alto. Está conformado por 600 cerámicos y se trata de la primera obra de este tipo que Seguí tiene en Buenos Aires. Lo hicieron 6 ceramistas durante tres meses de trabajo.
“Es una traducción de la obra del artista”, explicó Graciela González, que participó de la reproducción. “Tratamos de buscar y llevar lo que Seguí quiso decir y transmitir”, agregó Teodolina García Cabo, Directora de la Escuela de Cerámicos de Buenos Aires, Juan José Romero, jefe de Gestión Cultural de Metrovías, resaltó la importancia que tiene el Programa Cultural Subte Vive: “Queremos representar a todos los artistas famosos actuales y desarrollar la cultura urbana. Que muchas más obras sean plasmadas en mosaicos como este. La gente normalmente no va a los museos y acá tiene la oportunidad de disfrutar obras que pertenecen a grandes artistas”.
Desde 1997, las estaciones del subte porteño sumaron 26 murales nuevos a los 120 que ya existían. En el pasaje que une las líneas A y C debajo de Avenida de Mayo hay una reproducción de una acuarela de Piazzolla hecha por Hermenegildo Sábat. Mafalda, de Quino, tiene su lugar en el pasillo que conecta las estaciones Perú (línea A) con Catedral (línea D). En la estación Carlos Pellegrini del subte B hay una obra de Pablo Siquier, mientras que la estación Juramento de la D tiene “Tango, serie de baile”, de Aldo Sessa.

Fuente: clarin.com

UN SIQUIER PARA LA CIUDAD


Con la inauguración de la obra, abrió el ciclo anual de cultura y tecnología.

No fue una inauguración con bombos y platillos del nuevo Centro Cultural General San Martín (CCGSM), pero está claro que el espacio ya tiene nueva andadura. El mural del artista plástico Pablo Siquier (que tiene obra en el Museo Reina Sofía, de Madrid), creado entre dos subsuelos, fue descubierto durante la apertura de Cultura y Media 6, el encuentro de arte, tecnología y nuevos medios que, hasta el sábado a la noche, exhibirá “Lo nuevo de lo nuevo”, tal su lema este año.
Se trata de un óleo de 5,10 por 7,80 metros que entra en sintonía con el entorno. Cuando el artista comenzó a pintar el mural, hace un año, los seis subsuelos del CCGSM eran una inmensa obra en construcción. De allí que la obra refleje una estructura simétrica que juega con el espacio, las escaleras y los andamios.
Cultura y Media comienza con un visita prestigiosa, la de Philip Alain Michaud, curador de cine estrella del Centro Pompidou, de París, quien presentará dos ciclos de cine experimental con charlas. Como parte del programa que trae el Pompidou se presentará una videoinstalación de la artista argentina residente en París Julieta Hanono, donde aborda su experiencia en los años de la dictadura.
También habrá una exposición de arte y tecnología que cuenta con obras de 40 artistas, cuya curadora es Graciela Taquini. Y se verán performances, teatro negro electrónico, música electrónica con DJs, bandas cada noche, con proyecciones visuales y lumínicas. Lo que se dice, a pura tecnología.
Un dato de estos tiempos: Cultura y Media 6 se transmitirá por Internet a todo el mundo. En paralelo habrá un Festival online de cortos, como para mostrar de qué se habla cuando se dice vanguardia multimedia en Buenos Aires.

Fuente: lanacion.com

HOMENAJE A ALFREDO PÉRTILE,
EL PINTOR DEL CHACO



Homenaje a Alfredo Pértile, el pintor del Chaco

La casa de esa provincia exhibe las obras de este gran artista chaqueño, ya desaparecido, que tan bien retrató los paisajes y el crisol de criollos e inmigrantes que es su tierra. Vea la galería de imágenesCon la curaduría de Leonardo Gotleyb, se inauguró la muestra “HOMENAJE A LOS MAESTROS, ALFREDO PERTILE”, en la sala “Chaco en Buenos Aires”, cuya coordinación está a cargo de Theresa Durnbeck.
La muestra estará abierta al público hasta el 31 de diciembre en la Ciudad de Buenos Aires, en Callao 328 de martes a jueves, de 14 a 19 horas.Se exponen allí una treintena de óleos de este verdadero maestro en su arte, artista fundacional en su provincia, que se ganó el título de “Pintor del Chaco”, por el modo en que retrató la gente y la naturaleza locales.Nacido en 1915 en Puerto Tirol, Alfredo Santiago Pértile es descendiente de una de las primeras familias friulanas que colonizaron la región y su obra es testimonio de la formación de la identidad de una de las provincias más jóvenes del país.“
Desarrollé mi infancia en Villa Jalón –escribió él mismo alguna vez-, donde existía una fábrica de tanino a la que llegaban diariamente carros, cachapés y alzaprimas, cargados de quebrachos que dejaban en la playa formando grandes pilas de rollizos, rojo-sangre… Como hijo de colonos, tenía mis tareas que cumplir. Era boyero, encargado de encerrar a los animales indicados para cada tarea de la chacra, labor que cumplía a caballo.


Llevaba la orejera de la yunta de bueyes que tiraban el arado de mancera, completando con otras labores, como buscar leña para el horno del pan y la cocina, darle comer a los animales, encerrar a los terneros, tener listas la vacas para el ordeñe…”.De esa vida, son testimonio sus pinturas.Pértile se formó y ejerció como maestro y llegó a ser director de una escuela primaria. Empezó a exponer sus obras en 1937.
Como pintor, completó su formación en la Escuela Superior de Bellas Artes “Ernesto de la Cárcova”, en Buenos Aires, gracias a una beca que le otorgó en 1949 la Comisión Nacional de Cultura. Allí tuvo como maestro a Enrique de Larrañaga.En agosto de 1954, ya de regreso en el Chaco, creó la “Escuela Taller de Dibujo y Pintura” dependiente de la Subsecretaría de Educación y Cultura, en la cual fue director y profesor.
Pértile falleció en 1990 en Resistencia. El Instituto Superior del Profesorado de Bellas Artes de la capital chaqueña, creado en 1959, lleva su nombre.

Fuente: infobae.com

TIGRE INAUGURARÁ EL LABERINTO DE BORGES




Tigre inaugurará el "Laberinto de Borges"
Foto Prensa Municipio de Tigre

El Municipio de Tigre inaugurará el Laberinto de Borges el jueves 24 de noviembre a las 17:30, en el Paseo de Los Remeros.
Es en el marco de la conmemoración de los 25 años de la muerte del escritor, ocurrida en la ciudad de Ginebra, el 14 de junio de 1986.
Según informaron los organizadores, “el laberinto es la representación de la naturaleza humana, una proyección del miedo del hombre a perderse, pero al mismo tiempo, una imagen de esperanza, pues cada laberinto tiene un plano y una lógica: perderse para encontrar finalmente una salida”.
Los arbustos que allí se encuentran dibujan el nombre completo de Borges, como reflejado en espejo, símbolo emblemático para el autor.
La obra se construyó con una dimensión de más de 3.500 metros cuadrados, es un gran rectángulo cuyas medidas son de 50 por 70 metros, con la forma de un libro abierto. Cuenta con más de 4.000 arbustos buxus, una medida aproximada de hasta 70 cm de diámetro.
En el laberinto se descubren los símbolos del bastón, el número 86 , las iniciales MK y las del gran escritor.
Las opciones para recorrer los senderos de piedras blancas, dentro del laberinto , son varias: un trayecto corto de aproximadamente 500 metros y otro mas de 1,5 km.
En la entrada se en encuentra una placa de mármol sostenida por podio de acero, el cual tiene un diseño de líneas curvas siguiendo con las representativas del laberinto, con la leyenda: “El jardín de senderos que se bifurcan”.

Fuente: infobae.com

LA CRISIS
PONE EN PELIGRO LOS CUADROS DE DA VINCI



Los recortes del gobierno británico provocaron varios despidos de personal de vigilancia en la National Gallery de Londres. Ahora, no todas las salas del museo podrán ser custodiadas, por lo que hay alerta en el mundo del arte.

La crisis pone en peligro los cuadros de Da Vinci
 Foto Efe


Las políticas de austeridad determinadas por el gobierno de David Cameron no tienen excepciones. Hasta el arte sufre las consecuencias de una grave crisis económica que golpea a toda Europa.
Por los recortes, los empleados de la National Gallery de Londres aprobaron realizar una huelga en protesta por los despidos, de acuerdo al diario español ABC. Justo en estos momentos, la galería expone una muestra sobre la etapa milanesa de Leonardo da Vinci.
Las bajas dentro del área de vigilancia comenzaron en el verano, luego de un un hombre de de 57 años rociara con spray dos obras del pintor francés del siglo XVII, Nicolas Poussin.
Pero con los recortes de personal, la cuestión se complica porque los empleados deberían controlar dos salas a la vez, por lo que varios sectores quedarían desprotegidos.
Es por ello que los amantes de la pintura están indignados, dado que temen suceda algo con las ocho pinturas del maestro renacentista expuestas en la National Gallery.
“Ni la más atenta y alerta de las personas puede estar en dos lugares a la vez, o ver a través de las paredes”, advirtieron desde ArtWatch UK, organización de denuncia de excesos en el mundo del arte.

Fuente: infobae.com

GINASTERA TIENE SU PLAZA EN RETIRO

Reconocimiento público.
La Legislatura porteña descubrió una placa en honor del músico en San Martín y Ricardo Rojas.


La celebración del Día de la Música fue elegida por la Legislatura porteña para rendir homenaje a Alberto Ginastera, uno de los mejores compositores argentinos, y dar su nombre a una plazoleta en el barrio de Retiro.
Ubicado entre las calles San Martín y Ricardo Rojas, el espacio verde es casi una continuación del edificio Kavanagh, que según Ginastera era el mejor lugar de Buenos Aires para vivir. "Amaba este lugar, decía que desde acá se ven el río, la plaza San Martín, la calle Florida..., así que estoy muy contenta", dijo a La Nacion Georgina Ginastera, hija del músico nacido en Barracas en 1916 y muerto en Ginebra en 1983.
La pequeña plazoleta lucía ordenada, pero sin las flores que el gobierno porteño tuvo la intención de plantar. Por un error, las flores se pusieron en una plazoleta de la avenida San Martín y Rojas, en Caballito, según admitieron con rubor los organizadores del acto.
No fue éste el único episodio bochornoso en torno de los reconocimientos a Ginastera. En 1993, la entonces municipalidad porteña puso una placa con el nombre del músico en la plazoleta junto al Teatro Colón, entre Viamonte y Libertad. Pero en 2000 fue retirada porque ese espacio ya tenía nombre: Ciudad del Vaticano. Hacía más de 30 años y, por eso, no podía cambiarse la denominación.
Por ese motivo, el acto de ayer era señalado, con discreción, por amigos y seguidores de Ginastera como una reparación histórica.
Para rendirle homenaje, la Orquesta Sinfónica de la Ciudad interpretó algunos temas de Ginastera. Ubicada bajo uno de los jacarandás florecidos, su colorido y perfume invadió la escena.
Con breves intervenciones recordaron al fundador del Conservatorio de la Ciudad de La Plata y del Centro Latinoamericano para Estudios Musicales del Instituto Di Tella, el ministro de Cultura porteño, Hernán Lombardi; el ex alumno y amigo de Ginastera Adalberto Tortorella; la musicóloga Cecilia Scalisi; la diputada Diana Maffía (Coalición Cívica), que impulsó el proyecto en la Legislatura, y la hija del músico.
Tortorella evocó una inquietud constante de su maestro: "Seguramente, si Alberto estuviese vivo pediría a las autoridades que ayuden más a los jóvenes que se dedican a la música clásica".

Fuente: lanacion.com

¿CLIENTES VS. ARQUITECTOS?



Siempre hubo historias entre unos y otros. “La plata la pongo yo”, aseguran los clientes.
Los profesionales añoran las épocas en las que trabajaban para gente “sensible”.


  • Tres dimensiones
Desde siempre, la relación entre arquitectos y clientes (comitentes, como se denomina en la jerga) ha sido conflictiva.
Para algunos historiadores, aunque existan el Partenón, el Coliseo o de las pirámides de Egipto, la Arquitectura existe como disciplina, en los términos en que la conocemos ahora, desde el Renacimiento (siglo XV). Lo cierto es que por mucho tiempo no se ocupó de la gente común; estuvo dedicada a satisfacer las necesidades de dioses, papas, reyes y príncipes.
Las páginas de la Historia del Arte muestran iglesias, templos o castillos y sólo recién en los últimos capítulos, dedicados a la Modernidad (fines del siglo XIX y principio del XX) aparecen las viviendas. Como decía el arquitecto cordobés Ignacio “Togo” Díaz: un tema donde “el usuario tiene rostro”. Claro que no viene solo... Con las casas, las relaciones entre arquitectos y clientes se hicieron más personales, aparecieron con mayor intensidad las comedias de enredos y los conflictos.
Todos tienen un poquito de razón. Los clientes dicen: “La plata la pongo yo, por qué mi arquitecto va hacer lo que quiere”. “¿Qué se cree que me va a enseñar cómo tengo que vivir?” Los arquitectos, en muchos casos, la juegan de incomprendidos y reclaman clientes más cultos, que sepan comprender su arte. Añoran los tiempos en que la Arquitectura, así con mayúsculas, estaba allá arriba. Cuando una Victoria Ocampo buscaba a los mejores arquitectos (primero a Le Corbusier y luego a Alejandro Bustillo) para hacerse su casa en Barrio Parque, en Rufino de Elizalde 2831, donde hoy funciona la Casa de la Cultura del Fondo Nacional de las Artes.
Volviendo a hoy y a la tierra, se quejan porque una vez que terminan las obras, cuando llegan los dueños y las habitan, se las arruinan. Se sabe, dicen como un secreto a voces, la foto hay que sacarla inmediatamente antes de que se muden.
También, pobres, se sienten ultrajados porque luego de parir la obra durante más de un año, les cierran las puertas y en el mejor de los casos pueden pedir permiso para visitarla.
En la última recorrida que hice acompañado por arquitectos visitando “sus” casas, recogí nuevos testimonios que ¿echan luz? sobre estas relaciones peligrosas.
Uno de los arquitectos me contó que hasta le ofreció regalar al cliente los planos con los diseños de los muebles de la casa supervanguardista que estábamos visitando para evitar que pusiera los horrendos muebles de caño que finalmente puso e imposibilitaron cualquier foto digna.
Otro me confesó que para evitar que su obra quede desdibujada por los gustos de los dueños, su estrategia es hacer una arquitectura tan fuerte, de tanta presencia, que resista cualquier cachivache. El susodicho las crea con unas potentes estructuras de hormigón visto que concentran la atención de cualquier distraído y ningunean el equipamiento.
El más conceptuoso me aseguró, mientras visitábamos una fantástica casa donde estaba cuidadosamente diseñado hasta el más mínimo detalle, que los arquitectos necesitan de un cómplice para hacer una buena obra. Una curiosa definición que deja implícito que la intención profunda del proyectista es llevar a cabo una tropelía, un capricho o, si seguimos al pie de la letra la acepción de la palabra cómplice, simplemente algo así como un delito.
También hubo de los otros, de esos que se llenan la boca con discursos políticamente correctos. Son los que dicen respetar el gusto de la gente, que no hay que imponerles nada, que la gente no come vidrios y sabe perfectamente qué quiere.
Ni tanto ni tan poco, qué tal una comparación gastronómica. Habito todos los días como desayuno, almuerzo, meriendo y ceno. Puedo asegurar que la carne me gusta a punto, jugosa o medio pasadita. Con mucha o poca sal. Que prefiero tal o cual corte. Pero todas esas sabidurías no me convierten ni en cocinero ni me habilitan para hacer un programa gourmet.
Un buen chef me puede sorprender con los más exquisitos manjares. Puede guiarme a descubrir una impensable combinación de gustos, colores, aromas y texturas. Puede aconsejarme en la elección del vino adecuado. Y, en algunos casos, hasta programarme una dieta saludable. Para mí, los buenos arquitectos son los que hacen eso. Guían, asesoran, acompañan al cliente para hacer su casa. Los ayudan a decidir, a descubrir las mejores posibilidades aunque estén fuera de libreto. No buscan en el cliente un cómplice para llevar a cabo “su” obra, ni un instrumento para obtener una buena foto que rankee para ser publicada. En todo caso, buscan un compinche. Alguien con quien compartir la aventura de generar un proyecto con intereses que se potencien: “tu mejor casa, mi mejor proyecto”. 


Fuente: www.lanación.com

EL EFÍMERO ARTE DEL HIELO




La técnica de modelar figuras en hielo constituye una compleja y atractiva expresión artística que en los últimos años ha ganado adeptos en diversas latitudes. Por estos días, 40 artistas tallan meticulosamente bloques de hielo con motosierras, cinceles y picos para dar forma a las figuras que desde el 3 de diciembre formarán parte de uno de las mayores festivales de este arte. La muestra se celebra en la ciudad holandesa de Zwolle y todas las creaciones serán exhibidas durante dos meses bajo un complejo sistema de conservación.

Fuente: clarin.com

LOS CAFÉS DE VIENA,
PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD


REPORTAJE
La UNESCO reconoce la labor de estos centros de vida social e intelectual sin los que es imposible entender la cultura europea

Fachada del Café Landtman
GLORIA TORRIJOS / Viena

La tradicional cultura de los cafés de Viena, a los que acudía y acude la intelectualidad austriaca e internacional, personalidades de la música y la política, y últimamente también del celuloide, han sido incluidos "como práctica social" la semana pasada en la Lista Nacional del Patrimonio Cultural Intangible de la Organización de la ONU para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO). Pese a que los primeros cafés se abrieron en el Imperio Otomano, fue en la Viena de finales del XIX cuando vivieron su época dorada. Muchos intelectuales vivían prácticamente en esos locales: entraban ya por la mañana llevando del brazo el atuendo que se iban a poner para la noche y se cambiaban en un reservado cuando llegaba la hora de salir del local, como hacia el escritor y poeta Peter Altenberg (1859-1919).

Una silla diseñada por Michael Thonet
El café Landtmann, por ejemplo, está estrechamente ligado al padre del psicoanálisis, el austriaco Sigmund Freud, del que era cliente habitual. Nada extraño si se tiene en cuenta que no está lejos de la que era su vivienda y su consulta en la Bergasse, mientras que el Central, en el palacio Ferstel, era el favorito de su compatriota Altenberg y del revolucionario ruso judío Leon Trostky durante su exilio antes del comienzo de la I Guerra Mundial. Altenberg, "el poeta sin casa", como le denomina el escritor Claudio Magris en su libro El Danubio, vivía física y literalmente en el Central, por ello, desde hace décadas una figura que le representa, realizada en papel maché, está sentada frente a la puerta, como si estuviera atenta a la entrada y salida de clientes. Es tan realista, que hay personas, especialmente turistas, que al encontrárselo nada más entrar y verle mirando fijamente, creen que es una persona, quizá perteneciente al local, y le saludan o se despiden de él al pasar por su lado sin advertir que es una escultura.
Una muestra de que estos establecimientos, que revelan el saber vivir austriaco desde hace casi cuatro siglos, siguen reuniendo a la élite de cualquier sector junto con el ciudadano de a pié, es que mientras esta periodista redactaba estas líneas, en el Café Ediles, detrás del Parlamento federal austriaco y del Ayuntamiento, por lo que sus clientes habituales suelen ser políticos, entraron en él el director de la Wiener Staatsoper (Opera de Viena), el francés Dominique Meyer, con el presidente de la también prestigiosa institución de la Filarmónica de Viena, el austriaco Clemens Hellsberg. Se entiende por tradición cultural de los cafés vieneses la posibilidad de que sus clientes habituales puedan recibir en ellos su correspondencia, es decir, como si fuera su propio domicilio, que se pueda quedar uno, da igual que esté de paso por la ciudad, horas y horas con una bebida, habitualmente un café, sin obligación de consumir más.

La lectura

Todos ofrecen además la posibilidad de leer diferentes diarios, nacionales, regionales y extranjeros sujetos a un marco de madera, pues o cuelgan de un perchero de los llamados vieneses o están sobre un mostrador e igualmente lo portan para mantener el orden las hojas y, en lo posible, el buen estado del periódico, que ese día pasará por las manos de numerosos clientes. Los cafés vieneses fueron siempre centro de reunión social. En ellos,"se sienta la gente que quiere estar sola, pero que necesita compañía", decía el escritor austriaco Alfred Polgar, uno de los favoritos de su colega checo de la minoría alemana Franz Kafka. Lo que se conoce como el Modernismo vienés fue impregnado por la cultura de los cafés de Viena, que ofrecían una plataforma para el intercambio de ideas. Eran lugar de trabajo de escritores y pensadores, a la vez que de relajo. El conocido actor y escritor austriaco Helmut Qualtiger y su compatriota el escritor checo de la minoría alemana Friedrich Torberg, frecuentaban el Café Hawelka, un clásico como el Central o el Landtmann, y filosofaban sobre el mundo y sobre Dios.
Su época dorada fue el fin del siglo XIX, la de 1900, en la que convergieron los cambios propios del ocaso de una época con una monarquía en decadencia ante otra que surgía y en la que florecían las artes y el pensamiento, la creatividad, que inspiró a numerosos escritores, como el austriaco Arthur Schnitzler, que disecciona el alma humana y a quien Freud llamó su alter ego literario. Se conocieron y se admiraban mutuamente. En el Café Landtmann, Freud adoctrinaba durante horas sobre la histeria femenina, la normalidad de la práctica del incesto y otros elementos de su pensamiento, mientras Schnitzler escribía sobre la conciencia y le daba forma en su Relato soñado y el escritor y dramaturgo Hugo von Hofmannsthal buscaba ideas para completar su Jedermann (Cada cual), obra de teatro que se representa cada año en los Festivales de Salzburgo, en verano, fundados en 1920 por él con el director teatral Max Reinhardt, judío austriaco, y el compositor alemán Richard Strauss.

Reuniones políticas

Incluso la iniciativa de la creación de una nación para los judíos, que se hizo realidad en 1948 con la fundación del Estado de Israel, fue debatida intensamente por el fundador del sionismo político moderno Theodor Herzl con sus coetáneos en el Landtmann. En 1900 se hacía política al lado de una taza de café y de un pedazo de las ya famosas tartas vienesas en un café, en el que, por lo general, había música de piano tocada en vivo a partir de las seis de la tarde. También Thomas Bernhard, escritor y dramaturgo austriaco de la segunda mitad del siglo XX, era un habitual de un café, del Bräunerhof, en el caso histórico de Viena, en los que perfeccionó muy probablemente su visión del mundo, que muchos consideran pesimista y otros tantos, realista. En las últimas décadas, el Landtmann, quizá el más elegante, ha tenido como clientes a la política estadounidense Hillary Clinton, al ex beatle Paul McCartney, al actor de Hollywood Burt Lancaster y a la actriz austro-alemana Romy Schneider.
"La tradición de la cultura de los cafés de Viena se remonta al siglo XVII y se distingue por un ambiente muy específico. Son típicos las sillas de Michael Thonet, pionero austriaco del método de dar forma a la madera con calor, las mesas de mármol, en las que se sirve el café y las que muestran los diarios", que conviven con "los asientos con bancos" de forma semicircular o de líneas rectas, "y los detalles de diseño interior de estilo historicista" (siglo XIX), es decir, que imita el de otras épocas con motivos actuales. "Son un lugar donde el tiempo y el espacio se consume, pero solo aparece el café en la cuenta", indica la Comisión de la UNESCO encargada de elaborar la lista. La Convención de la UNESCO para Salvaguardar la Herencia Cultural Intangible fue creada en 2003 y se aplica a bienes no materiales que aportan a grupos o comunidades "un sentido de identidad y continuidad", como, entre otros, las tradiciones orales y las expresiones, las artes escénicas, las prácticas sociales sobre la naturaleza y la artesanía tradicional.

El escritor y poeta Peter Altenberg prácticamente vivía en el Central de Viena
Desde el siglo XVII

La historia de la cultura de los cafés vieneses data del 1683, año en el que un vienés llamado Georg Franz Kolschitzky (1640-1694) recibió, supuestamente, la primera licencia oficial para vender café y lo hizo en un local que llamó La botella azul. Los granos se los había comprado a los turcos, que en aquella época sitiaban Viena, reza la leyenda. El primer café de Viena del que se tiene información oficial fue abierto en 1685 por Johannes Diodato (1640-1725), nacido en Estambul y de origen armenio o griego, quien procedente del Imperio Otomano introdujo esta bebida con cafeína en la capital del imperio austro-húngaro de los Habsburgo.
Actualmente, estos locales ofrecen una veintena de diferentes tipos de cafés, lo que hace muy difícil la elección, especialmente para el primerizo. Los establecimientos dieron un gran paso cuando incluyeron la práctica de poner a disposición de sus clientes periódicos. Esta práctica data de 1720 y la ideó el Kramersches Kaffehaus en el centro, ahora peatonal, de Viena. Otro avance, fue les fue permitido ofrecer comida caliente y bebidas alcohólicas. Esto último tiene su origen en la prohibición de traficar con café emitida por Napoleón en su comercio con Inglaterra, que también fue aplicada a Austria desde 1808, causando una gran subida de las tasas de los granos de café, lo que llevó a los cafeteros vieneses a buscar otras fuentes alternativas de ingresos creando así un nuevo tipo de establecimiento, el Kaffee-Restaurant.
Esa novedad ha demostrado ser de éxito en los últimos 300 años dado que, según la Cámara de Comercio, Viena tiene actualmente 1.083 cafés, 900 Kaffee-Restaurants y 181 Kaffe-Konditoreien, es decir, cafés que producen y venden su propia pastelería. No fue hasta 1900 en que la joven intelectualidad hizo de ellos su lugar de reunión para celebrar tertulias, aunque la primera época de florecimiento de los cafés se dio en torno a 1815, cuando aquellos que creían ser alguien o lo eran se sentaban en los bancos tapizados en terciopelo rojizo, bajo las enormes lámparas, con luz algo sombría y amarillenta, igualmente típicas hoy en día, y los revestimientos de madera de las paredes que decoraban estos lugares, impregnados del aroma de los granos tostados de café.
Entre las peculiaridades de los cafés de Viena destacan el que hasta 1856 no se permitió la entrada de clientas, por lo que la única mujer que había habido en ellos hasta entonces era la cajera, y el que estos locales contaran a finales del siglo XVIII con mesas para jugar al billar, espejos, un gran reloj, arañas de cristal y a los que se entraba por la esquina de un edificio, con buenas vistas de la calle. Desde que decayeron en los años setenta los cafés han vuelto a renacer gracias a Internet. Los que tienen Internet inalámbrico o WiFi, cada vez más numerosos, se llenan de gente portátiles. La gente acude a los cafés de Viena para no ser molestados en sus pensamientos mientras beben sin prisa, extremo fundamental. Son lugares que sirven de refugio contra el estrés de la gran ciudad. Ofrecen espacio para hacer de espectador callado y poder estudiar la diversidad de la gente y sus conductas, según formuló el autor Polgar.
El café de Viena es legendario, de renombre internacional, una institución, un símbolo de la capital austriaca, sobre el que se ha escrito mucho, muy visitado y tan vivo hoy como lo fue en el pasado. Hay muchos que aseguran que no habría Estado de Israel, ni muchos textos literarios, filosóficos ni canciones si no hubiera existido esa especial atmósfera que creaban y crean los cafés de Viena, la de un pasado de monarquía y arquitectura modernista (Jugendstil), de música clásica, propicio para el nacimiento de ideas nuevas que contribuyeron a cambiar el mundo. Ya lo decía el emperador Francisco José, "Ustedes tienen suerte. Pueden sentarse en los cafés".

LA VANGUARDISTA CASA DEL ÁRBOL


El edificio, de 1941, queda al límite de Colegiales y es un símbolo del Modernismo, hecho por discípulos de Le Corbusier.

MODERNA. LOS 9 PISOS DEL EDIFICIO FUERON CREADOS POR KURCHAN Y FERRARI HARDOY.

Por Eduardo Parise

Tiene nueve pisos y se lo considera un ejemplo del Modernismo. Lo proyectaron en 1941 (el mismo año en que se habilitaba la avenida General Paz) y su inauguración se realizó tres años después. Y aunque muchos lo tienen como un clásico arquitectónico del barrio de Belgrano, por una cuestión de “fronteras” (la calle Virrey del Pino es el límite) el edificio está en la vereda que corresponde a Colegiales. Su nombre oficial es Edificio Los Eucaliptus, pero se lo conoce como “La Casa del Arbol”, la misma a la que la Legislatura porteña acaba de designar como edificio protegido por su valor arquitectónico e histórico. Es que esa construcción que está en Virrey del Pino 2446 tiene una curiosidad: cuando se pensó en su diseño, los tres eucaliptos que ocupaban el terreno no fueron tocados y uno hasta quedó integrado al edificio como “el centro del juego estético propuesto por los arquitectos”.
Los arquitectos que lo pensaron fueron Juan Kurchan (1913-1972) y Jorge Ferrari Hardoy (1914-1977), dos argentinos que formaron parte del Movimiento Moderno en el país y del histórico Grupo Austral, fundado en 1937. Aquella asociación integraba esa mística innovadora que, en todas las disciplinas y con especialistas en cada área, introducía nuevas tendencias. En este caso, la idea avanzaba sobre la arquitectura, pensando en la ciudad del futuro.
Es que ambos habían trabajado, durante un año, y en París, con Charles Edouard Jeanneret-Gris, un suizo-francés que vivió entre 1887 y 1965 y al que el mundo conoció como Le Corbusier, creador del CIAM, el Congreso Internacional de Arquitectura Moderna. En 1929, Le Corbusier dio diez conferencias en Buenos Aires y entre sus conceptos sentenció aquello de que “Buenos Aires le da la espalda a su río”, algo que 82 años después sigue más que vigente.
Pero volvamos al edificio de Virrey del Pino 2446. Desarrollado sobre un terreno de 1.200 metros cuadrados, fue ubicado en la parte trasera del lote. La idea, respetando a los tres grandes eucaliptus, era construir dos cuerpos que formaban una L. Y en el espacio que quedaba libre, hacer un garage subterráneo cuyo techo en la superficie lo ocuparía un importante jardín con juegos para los chicos. También incluía un salón de lectura, un restaurante y algo casi desconocido para la época en edificios de alto: un lavadero de uso común. Es decir: la arquitectura al servicio de la gente.
La falta de fondos no permitió el desarrollo total de la obra (no se hizo el edificio lateral) aunque se construyó el restaurante. Pero lo más importante fue aquella integración entre naturaleza y diseño, donde hasta los colores usados para pintar el frente (rojos, verdes y marrones) tenían más intensidad en la zona de los árboles que en los sectores descubiertos.
Kurchan y Ferrari Hardoy también hicieron juntos otras obras. Pero la que quizá les dio la mayor trascendencia mundial fue la desarrollada con otro arquitecto catalán a quien conocieron cuando estaban con Le Corbusier. El hombre se llamaba Antoni Bonet (1913-1972) y en Buenos Aires los tres crearon el famoso sillón de hierro y cuero denominado BKF, por la iniciales de los apellidos Bonet, Kurchan y Ferrari. También llamado “Butterfly” (mariposa, en inglés), se lo considera un símbolo del Modernismo argentino en el mundo.
Pero esa es otra historia.

Fuente: clarin.com

LA ÉPICA DE LA CALLE DEFENSA




CUADERNOS PRIVADOS 

Por Laura Ramos

Las calles Venezuela, Defensa, la cortada San Lorenzo, que parecieran carecer de toda épica para las chicas que, como yo hace no tanto tiempo, tienen que ataviarse de secretarias o recepcionistas para poder pasar inadvertido su ser íntimo, su temperamento novelesco y arrebatado, es el escenario de la más romántica de las novelas argentinas.
Amalia , de José Mármol, transcurre en el Bajo y en Barracas. La Buenos Aires de Mármol, construida a partir del ideal romántico del siglo XIX, es mi misma Buenos Aires: “Los que alguna vez hayan tenido la fantasía de pasearse en una noche obscura a las orillas del Río de la Plata, en lo que se llama el ‘bajo’ en Buenos Aires, habrán podido conocer todo lo que ese paraje tiene de triste, de melancólico y de imponente al mismo tiempo… La ciudad, a dos o tres cuadras de la orilla se descubre informe, obscura, inmensa. Ningún ruido humano se percibe, y sólo el rumor monótono y salvaje de las olas anima lúgubremente aquel centro de soledad y de tristeza”.
No importa aquí que Mármol haya querido escribir un panfleto político antirrosista, porque el resultado es una ciudad mítica, invadida por el rosismo de la misma manera que Aquilea, la ciudad inventada de la película Invasión , está invadida por los otros. La ciudad de Hugo Santiago escrita por Borges y Bioy Casares es una ciudad sitiada: en la frontera, hacia el norte, por un centenar de camiones; hacia el noroeste, por hombres a caballo; hacia el sur, por autos blancos. Pero, como los invasores también están dentro de la ciudad.
Precisamente en la calle Defensa estaba situada una especie de pensión que el “partido” (para mí el partido era menos la organización política a la que pertenecían mis padres que una estructura doméstica y familiar) había alquilado para asilar a los compañeros de otras provincias, para realizar actividades políticas, como imprimir volantes o fotocopiar panfletos, preparar engrudo para pegar carteles, almacenar material de propaganda, celebrar reuniones. El piso -cuyo alquiler nunca fue pagado merced a una ley de alquileres ultrabenévola- hizo las veces de hogar para unos primos nuestros que llegaron desde Montevideo a probar suerte en Buenos Aires. Montevideo es casi un leitmotiv en Amalia y en la vida de la generación de los antirrosistas como Mármol: la ciudad del exilio.
Estos primos adolescentes, provenientes de la rama poco próspera de nuestra familia, se alojaron en la habitación más amplia del pensionado, a la que ingeniosamente dividieron con una sábana teñida de color violeta con batik, una técnica de nudos muy popular a mediados de los años setenta. Un camarada proveyó de dos colchones y otro de un equipo de música, y con la adquisición -de su propio peculio- de una bombita eléctrica de luz negra que dejaban siempre encendida, lograron darle tal particular carácter a la vivienda que ya no importaba la lobreguez de los cuartos, que miraban hacia una galería cubierta por vidrios desaseados. Tal vez a causa de la luz negra, o por lo que fuera, mi primo se hizo fotógrafo, pero mi prima probó trabajo como secretaria y lo dejó pronto. Mi primo recibía a las visitas vestido con una única prenda: una robe de chambre roja que carecía de cinturón, por lo que solía colgar abierta, que había tomado prestada del placar de mi madre. Tenía el aspecto de un actor porno de catorce años, un híbrido de perversidad e inocencia que resplandecía con el perfume a patchouli que impregnaba el ambiente. Mi prima se convirtió en una artesana funambulista, lo que la acercó a la Buenos Aires de Invasión , gris y melancólica, con patios y baldíos, calles empedradas y sobre todo cafés, en los que intentaba vender sus collares de mostacillas. Pero vestía fabulosamente y su música me hipnotizaba. Aunque yo no era afecta a las festividades del partido, desde que llegaron estos primos comencé a frecuentar la pensión de la calle Defensa. Apenas salía del colegio, pasaba a visitarlos con un nuevo disco o con alguna camiseta para teñir.
La novela Amalia es inspirada e inspiradora: no sólo originó el primer largometraje argentino en un formato mudo y precioso, con dirección de Enrique García Velloso, en 1914. Para David Viñas ( Literatura argentina y política ), en la Buenos Aires de Amalia el rosismo -al que la nueva generación de escritores quería combatir- se volvió rico en términos narrativos. El rosismo produjo, a pesar de las intenciones de aquellos escritores, las escenas más potentes (y sentimentales, agrego yo) del romanticismo argentino. Los cuchicheos y fingimientos, las traiciones, los exilios, los vestidos de Manuelita, los degüellos… ¿acaso Mármol no vampirizó la divisa punzó que execraba? Mi prima dejó Barracas y el Buenos Aires de Invasión cuando descubrió la avenida Corrientes. Una noche, en el café La Paz, vendió doce collares. Para ese entonces a las mostacillas les había agregado plumas y otros abalorios.

Fuente: clarin.com

INTERNAUTAS CHINOS SE DESNUDAN
PARA PROTESTAR CONTRA EL GOBIERNO



Artistas y activistas subieron a la red fotos sin ropa como señal de protesta contra las autoridades chinas que censuraron por “pornográfica” una foto del artista disidente Ai Weiwei. En la obra aparece junto a cuatro mujeres, todos desnudos.



En un país donde la desnudez pública sigue siendo tabú, cientos de artistas y activistas chinos decidieron subir fotos sin ropa a Internet, como señal de protesta contra el gobierno chino.
Las autoridades del gigante asiático incriminaron al arquitecto y artista disidente Ai Weiwei y su asistente Zhao Zhao de “promover la pornografía”, por haber difundido online una foto titulada “Un tigre, ocho senos”, en la que aparece el artista junto a cuatro mujeres, todos desnudos.
Los seguidores Weiwei realizaron un sitio de Internet titulado “Los fans de la desnudez de Ai Weiwei”, donde subieron distintas de desnudos artísticos. “La desnudez no es pornografía”, pregonaron.
Los internautas tomaron la decisión luego de que la policía de Pekín interrogara al artista el pasado jueves, por difundir presuntamente pornografía online. Seguidores de Ai Weiwei, cuya detención secreta durante 81 días este año provocó una protesta internacional, dicen que el interrogatorio por las fotografías de desnudos es el último intento de China para intimidar a su crítico social más famoso.
Había sido liberado en junio pasado, luego de que lo detuvieran en el aeropuerto de Pekín y llevaran a un lugar secreto acusado y condenado por fraude fiscal y obligado a pagar 15 millones de yuanes (1,7 millones de euros)
Es una expresión de apoyo a Ai Weiwei y el desprecio al gobierno chino. Esto demuestra nuestra actitud y la ira hacia el comportamiento del gobierno”, dijo Li Tiantian, un abogado de Shanghai que es uno de los que se desnudó como protesta, según consigna el diario británico The Guardian. “Simplemente estamos usando una forma llamativa para atraer la atención de la gente”, expresó
En tanto, el productor de video, Zhao Zhao, dijo que la policía de Pekín lo interrogó durante varias horas sobre los motivos que había detrás de las fotografías. 

Fuente: clarin.com

MILES DE USUARIOS DE INTERNET
DONAN CASI UN MILLÓN DE DÓLARES
PARA UN DISIDENTE CHINO


Se organizaron vía web y lograron reunir un tercio de lo que le reclama el fisco por impuestos atrasados. Si no paga a tiempo volverá a la cárcel.


ARCHIVO. Imagen de octubre de 2009 del artista y disidente chino Ai Weiwei durante una conferencia de prensa en Múnich, Alemania. EFE
20.000 almas solidarias. 20.000 personas que le dijeron basta al gobierno chino. 20.000 donantes que enviaron casi un millón de dólares a favor del artista disidente Ai Weiwei a quien el fisco de su país le reclama millones de dólares en impuestos atrasados y multas siderales.
"Todas las mañanas recogemos dinero que lanzan a nuestro patio. A veces (los billetes) están plegados en forma de avión o de barcos", precisó Ai Weiwei a quien el Estado chino le reclama unos 2,3 millones de dólares por supuesto fraude fiscal.
"La oficina de correos acaba de informarme que había 776 giros en dinero", precisó Ai este mediodía.
"Todo viene de usuarios de Internet. No lo hemos pedido, pero tampoco podemos evitarlo", añadió.
Ai, un artista conceptual aclamado internacionalmente, fue detenido durante casi tres meses este año en medio de una campaña de represión contra los disidentes. Su detención y subsiguientes cargos por evasión de impuestos han sido interpretados por los activistas como un medio de castigarlo por sus críticas al gobierno autoritario.
La campaña de donaciones -también por transferencias por cable o billetes dentro de sobres o por medio de frutas envueltas en billetes arrojadas a su patio- es inusual para los chinos debido a la habitual amenaza de represalia para los que apoyan a los críticos del gobierno. Muchos han logrado sortear la censura china sobre Internet y se han organizado vía redes sociales.
"Esto demuestra que un grupo de personas que desea manifestar sus opiniones usan su dinero para emitir sus votos'', afirmó Ai. "Demuestra que en la Era de Internet, la sociedad tendrá su propio juicio y sus propios valores'', agregó.
Pese a las cámaras de la Policía instaladas ante la entrada de su estudio, en el barrio bohemio de Caochangdi, algunos simpatizantes lanzan billetes por encima del portón.

"AUSENTE". La expo de Ai Weiwei en el Museo de Bellas Artes de Taipei, en la que muestra su compromiso político. EFE
"Veo el surgimiento de una sociedad civil en China. Veo esperanza en los jóvenes y para la nación", señaló el artista.
El fisco chino exigió a Ai Weiwei más de 15 millones de yuanes la semana pasada, correspondientes a supuestos impuestos impagados y multas y le dio plazo hasta mediados de mes pagar sus deudas, o de lo contrario tendría que regresar a la cárcel.
El artista, que pasó dos meses y medio en prisión, considera que se trata de otro intento de intimidarlo.
El diario oficial Global Times dijo hoy en un editorial que Ai Weiwei podría ser acusado de "recaudar fondos ilegalmente", aceptando apoyo financiero para pagar los 15 millones de yuanes (2.340.000 dólares) que el fisco le reclama de aquí al 15 de noviembre.
Por su parte, la madre de Ai ofreció vender la casa que heredó de su marido, el difunto poeta Ai Qing, compañero de ruta del Partido Comunista y perseguido varias veces en su vida, incluso durante la época maoísta.
Hu Jia, uno de los disidentes chinos más conocidos que acaba de salir de prisión este año, declaró en Twitter haber donado 1.000 yuanes a Ai Weiwei en señal de "gratitud y de respeto por lo que ha hecho".
El mes pasado, Ai Weiwei fue nombrado la personalidad artística más influyente en el mundo por la revista británica Art Review. El artista disidente, que no escatima críticas al Partido Comunista Chino, expone este año en la Modern Tate de Londres.
Ai Weiwei subrayó que devolverá el dinero donado, ya que nadie puede recibir donaciones en China sin autorización oficial. Para eso, sus ayudantes llevan una detallada lista de quiénes lo han ayudado hasta ahora.

"AUSENTE". La expo de Ai Weiwei en el Museo de Bellas Artes de Taipei, en la que muestra su compromiso político. (EFE)

Fuente: clarin.com