FARADJE CUENTA OTRA HISTORIA




La muestra que se exhibe en Recoleta marca un giro en la producción del artista, no sólo por su temática sino también por su cercanía con el informalismo.

En medio de una exuberante carga matérica de telas, plásticos, cera, brea, esmaltes, papeles, metales, óleo, surgen imágenes de la historia argentina: el cruce de los Andes del general San Martín, el retrato de un caudillo, el 17 de octubre de 1945 en la Plaza de Mayo, la fachada de la Casa Rosada, un barco inglés durante la Guerra de Malvinas.
 “Los temas nunca fueron determinantes, son una circunstancia. Para mí el gran tema es la pintura, siempre. Pienso en un plano, una saturación, un contraste”, dice Eduardo Faradje sobre su nueva producción pictórica. Sin embargo, esta nueva circunstancia temática, manifiesta en los 23 grandes cuadros de la exposición Historia y otras historias, en el Centro Cultural Recoleta, llama la atención a quienes están habituados a sus pinturas en las que hasta el momento prevalecía la figura humana en retratos, desnudos y también paisajes.
“No creo en el arte político, jamás ha cambiado nada a nivel social. Pero obviamente hay un recorte en estos últimos cuadros. Hay una imagen de una manifestación de 1973 que por ahí tiene que ver con la infancia, con cosas que vi. O de pronto pensaba en el general San Martín, miraba en Internet y aparecían todas estas imágenes que están dentro de uno, no sé si de Billiken o del colegio”, comentó en diálogo con Ñ.
Imágenes que conforman un imaginario visual compartido, por lo cual no resulta difícil decodificar escenas y paisajes vinculados con la Argentina y su historia.
Pero no es lo único que llama la atención de su última producción. En ella se intensifican las posibilidades del collage –al cual recurrió hace pocos años– al sumar materiales, cuya disposición y superposición en el plano confiere a cada trabajo una importante fuerza expresiva, vital y expansiva. La primera filiación que muestran estas obras, por su tratamiento matérico, es con el informalismo.
De la mano del rol protagónico de la materia se produce también una reducción cromática y la ampliación del tamaño del soporte,  respecto de los trabajos anteriores del artista. 
“Hay una modificación en mi obra pero es muy difícil relatarla porque a uno le va pasando todo por dentro”, dijo. Y contó que le ocurrieron hechos importantes en los últimos años, como el nacimiento de su hijo un año atrás. “Uno tiene sensaciones y las va organizando”, comentó.
En “La masacre de los inocentes”, con reminiscencias a los bombardeos de 1955 en Plaza de Mayo, un torbellino de materiales define amplios y rítmicos planos de negros y marrones –como sucede en la mayoría de las obras–. Al acercarnos y mirar en detalle encontramos unos pequeños soldaditos de plástico que combaten en medio de esa inmensidad. Las distancias desde las que uno elige observar estas obras multiplican los hallazgos, las imágenes y los materiales que ofrecen.
Faradje define su proceso creativo como “un poco caótico” al ir sintiendo en el momento la necesidad de colocar determinados materiales. Incluso, hay obras a las cuales prendió fuego para luego seguir trabajando a partir del resultado de dicha combustión sobre los materiales, como sucede en “Sin tregua”, cuya imagen remite a la Guerra de Malvinas.
Por debajo del barroquismo de estos trabajos en relación con la falta de espacios vacíos, se advierte cierto orden compositivo geométrico presente en toda su producción, aunque en esta serie de una forma menos evidente. Al respecto, el artista remarca su interés por la geometría de Joaquín Torres García y también su admiración por Piet Mondrian.
Siempre dedicado a la pintura, Faradje tuvo entre sus maestros a Osvaldo Attila, Aurelio Macchi y Guillermo Roux. Sostiene que “el arte se construye sobre arte” y, en este sentido, entre los artistas argentinos considera como sus “parientes o abuelos” a Fortunato Lacámera, Eugenio Daneri, Antonio Berni.
Los títulos de las obras de esta muestra devienen claves de lectura no exentas, en algunos casos, de irónico humor. Es el caso de “San Martín en lucha contra el informalismo apátrido”. También, de “Grandes discursos”, con sus   chorreaduras que trazan líneas verticales, formando un torrente de agua que cae con gran intensidad. 
Frente a la obra “El federal”, el artista comentó que podría ser el caudillo Facundo Quiroga. “Tomé esa imagen, pero después empecé a volar y ya me olvidé qué era”. Casi con certeza, sentimos que la invitación que subyace entonces en todos estos nuevos cuadros es a volar en significaciones y sensaciones.

FICHA

Eduardo Faradje. Historia y otras historias.

Lugar: Centro Cultural Recoleta, Junín 1930.
Fecha: hasta el 26 de febrero.
Horario: Lunes a viernes, 14 a 21  Sábados y domingos, 10 a 21.
Entrada: gratis.


Fuente: Revista Ñ Clarín

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