"ANTES DE MORIR QUIERO...",
UNA EXPO DE ARTE PARA INMORTALIZAR LOS DESEOS

 

Es un proyecto de una artista de origen taiwanés. Colocó en la calle una pizarra gigante para que la gente pueda confesar cuáles son sus anhelos más profundos.


La idea de la artista Candy Chang es que la gente conparta sus deseos más profundos.La pizarra, montada en la ciudad de Brooklyn. Estados Unidos.

"Viajar a la Patagonia", "tener una familia feliz", "ver Palestina libre"... Un proyecto interactivo de una joven artista urbana titulado "Before I die..." permite a la gente confesar en una pizarra sus sueños o deseos que quisieran alcanzar antes de morir.
Recientemente desembarcado en Washington D.C, el proyecto sorprende a quien camina entre la calle 14 y la Q de la capital estadounidense, en un barrio poco recomendable en el pasado, pero ahora muy de moda por la gran oferta de bares y restaurantes "trendy". Un Palermo Hollywood local.
Los vecinos del barrio se quedaron con la boca abierta ante la inmensa pizarra que invita a escribir -como si fuera un "cien veces no debo"- lo quisieran hacer antes de abandonar este mundo.
Entre las aspiraciones de los "washingtonianos" hay de todo: "volver a enamorarse", "convertirse en abogado" o "hacerse multimillonario". También, "viajar a Italia", a "la Patagonia" o "dar la vuelta al mundo". Algunos, más trascendentales piden simplemente "saber" y los más materialistas "tener mi propio caballo". No faltan los que anhelan tener habilidades como "bailar".
Muchos de los deseos incluyen viajes, pero también muchos otros contienen esperanzas de corte político, como ver la "paz en el mundo", una "Cuba libre" o "Palestina libre" e incluso ver a un "presidente transexual".
Este proyecto fue concebido por la artista y diseñadora Candy Chang, nacida en Pittsburgh de padres taiwaneses y criada en Ohio, Nueva York, Helsinki y otras ciudades del mundo.
Su primera instalación de "Before I Die..." ("Antes de morir, yo...") vio la luz en febrero pasado en la ciudad de Nueva Orleans, donde actualmente reside. En un lado de un edificio abandonado de esa ciudad, Chang montó su gigantesca pizarra para ayudar a los residentes a "recordar lo que era importante para ellos".
Desde entonces, el proyecto ha pasado por otras ciudades como Brooklyn, San Diego y Portsmouth. En la capital de Estados Unidos, más internacional que otras, muchas de las respuestas escritas con tizas de colores son de distintos idiomas. "Antes de morir quiero... ¡vivir bien!", escribió alguien en español. Las primeras frases que acabaron en la pizarra, de dos madrugadores que se acercaron a escribir a las cinco de la mañana del día en que se instaló el tablero, coincidieron: "to fall in love".
Varias horas después, la pizarra ubicada en el muro de un recinto donde antes había una lavandería ya estaba llena de deseos y sueños. No faltan las respuestas curiosas: "antes de morir quiero ver este edificio convertirse en una lavandería otra vez", escribió un vecino. O "Antes de morir otro quiero aprender a hacer una torta de queso perfecta", deseó otro. "Antes de morir quiero vivir sin arrepentirme de nada" o "inspirar a la gente".
Respuestas serias y otras no, mezcladas sin orden ni concierto, resumen el espíritu de quienes andan por las calles de estas grandes ciudades y se animan a confesar incluso sus deseos más profundos. Antes de morir...

Fuente: clarin.com

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