DAMIEN HIRST, TERENCE KOH Y LA TUMBA PARA UN COLECCIONISTA


¿Cómo reconocer una obra maestra en el universo volátil del arte contemporáneo? ¿Cuál será la que trascienda? Un escritor y un artista buscan las respuestas en The Future of Art, un documental online que incluye entrevistas con las figuras más importantes de la escena global.
EL ARTE ES JUEGO. Los alemanes Ingo Niermann y Erik Niedling hicieron su propio documental sobre el arte contemporáneo.
EL ARTE ES JUEGO. Los alemanes Ingo Niermann y Erik Niedling hicieron su propio documental sobre el arte contemporáneo.

Por Marcela Mazzei

En 1831, Honoré de Balzac publicó "La obra maestra desconocida", un cuento en el que un pintor de principios del siglo XVII trabajaba en una obra que terminó anticipando la abstracción como forma de representación de la realidad. “Hace cien años, la vanguardia realmente quería inventar el futuro; el arte contemporáneo tiene mucho más que ver con el presente”, dice, casi 200 años más tarde, el escritor alemán Ingo Niermann, que se propuso seguir los pasos de Balzac e imaginar cómo se hace una obra de arte en esta época. Junto al artista Erik Niedling salieron en la búsqueda de lo que llamaron “el futuro del arte”, y pidieron consejo a las figuras clave del arte contemporáneo: artistas, galeristas, coleccionistas, curadores y críticos.
El documental The Future of Art, estrenado online en 2010 en alemán, y desde hace un tiempo disponible completo en YouTube con subtítulos en inglés (también hay un DVD), compila las entrevistas con profesionales de la talla de Marina Abramovic, Olafur Eliasson, Damien Hirst, Terence Koh, Gabriel Loebell, Thomas Olbricht y Friedrich Petzel, entre muchos otros, con su objetivo de base: hacer de este documental una obra de arte contemporáneo, más aún, una obra maestra que trascienda su época.
Ingo Niermann es escritor y el que aparece haciendo las preguntas (y dando muestras también de sus conocimientos e interpretaciones). Con Erik Niedling –el artista plástico del dúo y el que está detrás de las cámaras– se conocían de otros proyectos, como Friends of the Great Pyramid, una asociación que promueve la construcción de tumbas monumentales para cualquier ser humano.

Filmado en Berlín, Hamburgo, Frankfurt y Nueva York, el documental muestra una performance de Abramovic en el MOMA, a Olafur Eliasson en su estudio, rodeado de jóvenes asistentes que esperaban que terminara de una vez la entrevista para asignarles tareas mientras él, concentrado, divagaba sobre la sombra como una de las imágenes primales y de su ambición real de construir una ciudad entera. En un intercambio de correo electrónico, Ingo Niermann cuenta detalles del proceso de producción y las conclusiones a las que llegaron.
 
-¿Cómo nació la idea de este documental?

-La idea era entrevistar a figuras importantes del mundo del arte sobre cómo funciona y hacia dónde va. Durante el proceso, decidí convertirme yo mismo en un artista, y desarrollar una obra de arte que tenga posibilidades de mantenerse relevante por lo menos durante los próximos cien años.
 
-¿Y por qué hacer un documental sobre el arte contemporáneo?

-Hace cien años, el arte de vanguardia realmente quería predecir e inventar el futuro. Hoy, el arte contemporáneo tiene mucho más que ver con el presente. Por lo general, lo tenés inmediatamente. Podría sonar un poco provocador, pero no es atrevido: queríamos saber por qué y tratar de cambiarlo.

-¿Por qué decidieron estrenarlo en Internet?
-Para que todos pudieran verlo y hacer más emocionante al arte contemporáneo. Se publicó además un DVD con subtítulos en inglés y un libro, The Future of Art: A Manual, con versiones extendidas de las entrevistas.
 
-¿Cómo llegaron a los artistas?

-Algunas personas muy importantes en el mundo del arte, por desgracia, no dan entrevistas: como el galerista Larry Gagosian, por ejemplo, pero en general resultó bastante fácil. Tal vez ayudó que yo sea un novelista y el co-director Erik Niedling un artista. Pero también colaboró a que la mayoría de las personas a las que entrevisté no creían que realmente estuviéramos buscando el futuro del arte.
 
-¿Y qué descubrieron?

-Desarrollé una obra de arte que influirá de forma masiva el arte en el futuro, y seguirá siendo relevante el próximo siglo. Es una tumba para un coleccionista –la tumba más grande de la Tierra–, que desaparecerá después de su entierro.
 
-¿Cuánto es real y cuánto es marketing en el mundo del arte?

-Es cuestión de lo que quieras. El marketing puede ser percibido como buen arte.
 
-¿Cuáles son los criterios más extendidos entre coleccionistas y galeristas para designar qué es arte contemporáneo?

-Los coleccionistas se consideran como una especie de artistas secundarios en la manera en que seleccionan y organizan su colección. Los galeristas, en cambio, se piensan como productores de los artistas que representan. Pero ambos, coleccionistas y galeristas, están condenados a ser olvidados por la historia del arte.
 
-¿Y cuál es el paradigma de los artistas?

-Los más interesantes también quieren cambiar ellos mismos, incluso al mundo entero, a través de su arte. Pero es sólo una perspectiva. Su trabajo es documentar un proceso, no un resultado.
 
-¿Cómo es el típico artista contemporáneo?

-Tiene una necesidad de responder al mundo en el que personalmente vive inmerso.  El arte no se trata de expresar tus pensamientos personales, sino de hacer una diferencia.
 
-¿Qué hay que hacer para ser un artista famoso?

-No lo sé, excepto ser serio y trabajar duro. Tenía que descubrirlo por mi cuenta.
-¿Y qué te sorprendió más?
-Me sorprendió la sinceridad de Terence Koh. La gente considera que él es sólo un provocador, pero en realidad trata de expresarse –aunque con una forma bastante anacrónica en el mundo del arte.
-Después de esta experiencia, ¿todavía quiere ser un artista contemporáneo?
-No quería convertirme en un artista, sino desarrollar una obra maestra única. Lo que todavía tengo que hacer es venderla. Mientras tanto, Erik Niedling está haciendo que el personaje que desarrolló en el documental exista, que sea una obra de arte perdurable.

Fuente: clarín.com

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