EL SALÓN BELGRANO, UN CONCURSO CON NUEVOS PREMIOS
Y VIEJAS DEUDAS

El Museo Sívori exhibe su distinción anual pero adeuda los pagos de 2011.



El Museo de Artes Plásticas Eduardo Sívori ha abierto el LVII Salón Manuel Belgrano con sentimientos encontrados: contento por la convocatoria de artistas, más de 550, entre las cinco disciplinas (dibujo, grabado, monocopia, escultura y pintura), y preocupado por la devaluación del valor del primer premio, desde 1995 se paga $ 5000, y el atraso en pagar la edición 2011.
No ha comenzado bien la temporada para el legendario Salón de Otoño del Sívori. Aún está pendiente descubrir qué fue lo que motivó el movimiento de parte de la terraza y las rajaduras del frente, en diciembre último, y cómo y cuándo se repararán los daños ocasionados a la estructura. Por ahora, lo único que existe es una protección elemental para que el público que visita el museo no se acerque a la zona afectada.
Las autoridades del museo están preocupadas por las señales del poder político sobre el fomento cultural. "Percibimos señales de retiro del fomento a los artistas y al patrimonio cultural", admitieron colaboradores de Cocó Larrañaga, directora del Sívori.
Mientras el Salón Nacional de Artes Visuales, que se celebra para la primavera en el Palais de Glace, actualizó sus valores, y otros concursos provinciales comienzan a atraer a los artistas por sus compensaciones económicas, como los de San Juan y Santa Fe (rondan los $ 40.000), la situación en el Sívori inquieta.
"La única expectativa que tenemos es que al menos el Salón Belgrano continúe. Tampoco se ha cumplido con el pago de los premios de la Bienal de arte Textil 2010/2011", se indicó a LA NACIÓN.
El trámite de pago de los premios ha sido siempre extenso, pero es la primera vez que el Salón Manuel Belgrano se inaugura con las adquisiciones de la edición anterior sin cumplimentar.
Más allá de estos sinsabores, pueden verse las obras premiadas dispuestas en todos los salones de este museo porteño, ubicado frente al puente del Rosedal de Palermo, en la avenida Infanta Isabel 555.
Los tres primeros premios, en todas las disciplinas, son adquisición, es decir, pasan a formar parte del patrimonio del museo.
En pintura fueron distinguidos 045 , de Elsa Soibelman; Ascensor , de Juan Videla, y Galatea disiecta membra , de José Alberto Marchi. Hueco de luz , de Clarisa Cassiau obtuvo la mención honorífica.
En escultura, ganaron Nada es para siempre , de Claudia Aranovich; Pimoó , de Claudio Gómez, y Rey loco , de Claudio Barragán. La mención honorífica fue para una obra sin título de Fabio Miniotti.
En dibujo fueron galardonados Cimarrones , de Jorga Mansueto; El otro lado del cielo , de Blas Vidal, y Los conjurados , de Jorge Argento. La mención honorífica fue entregada a Ausencia y residencia , de Laura Bettini.
En grabado, recibieron premios Indiferente , de Roberto Koch; Serie: A la mar LXXXV , de Graciela Buratti, y De la Serie: Certezas inicertas II , de Irma Amato. La mirada y mi sombra , de Ana Erman, obtuvo la mención honorífica.
En monocopia, el premio único adquisición fue para Transición I , de Oga Autunno, y la mención honorífica, para Desesperanza, que hay detrás , de Silvina Baz. 

Fuente: lanacion.com
 

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