EL GALEÓN ESPERA POR SU RESTAURACIÓN, OTRA VEZ BAJO TIERRA

Sin presupuesto ni lugar para hacer el trabajo, los restos se preservan tal como habían sido descubiertos en 2008.
Reconstrucción. La nave fue descubierta cuando hacían el pozo de una obra.

El aljibe de la antigua editorial Estrada no fue el único secret
o vinculado al agua que supo guardarse la Ciudad. En diciembre de 2008, un barco español del siglo XVIII que nadie esperaba apareció cuando excavaban los cimientos para construir una torre en el Dique 1 de Puerto Madero. Alguien lo llamó galeón, y así le quedó. Pero en realidad era una embarcación mercante que estuvo más de 200 años bajo el lecho del Río de la Plata. Hoy, el “galeón” está bajo tierra pero en otro lugar: protegido, espera su suerte en la Barraca Peña, frente al Riachuelo, en La Boca, una vieja construcción que está en pie desde 1860 y espera una intervención que la convierta en un espacio cultural.
La misma intervención que espera el barco desde que fue mudado ahí, en 2010. La idea de volver a enterrarlo fue de los que estuvieron a cargo de su conservación y, según explicaron, es lo que se usa en estos casos para que sus maderas y restos puedan seguir conservados en las mismas condiciones en las que lo encontraron.
“El barco se resguardo a la espera de que haya un presupuesto para su restauración y recuperación. Es un trabajo caro, se necesita un galpón del tamaño de la nave y un equipo de especialistas en esto”, explicó Schavelzon. Según dijo, no es una tarea simple: requiere de mucha experiencia para no dañar los restos. Cuando fue hallado, los expertos trataron de rearmar la historia del “galeón”. Según difundieron, el barco venía de la península ibérica hacia Buenos Aires, al parecer con mercaderías de contrabando, y quedó encallado tras una fuerte tormenta. En las tareas de recuperación se encontraron objetos de la época como monedas, cerámicas, vasijas, pipas, clavos, sogas, un espejo, llaves y cuatro cañones. Hoy, todo eso está exhibido en una habitación de la dirección de Patrimonio en la Casa de Liniers. Ahí se guarda y se preserva. Según adelantó el área, ahora se está por editar un libro con lo que se trabajó en esa misión arqueológica.

Fuente: clarin.com

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