IDEAS QUE INSPIRAN, ELIZABETH LEV: LA CAPILLA SIXTINA REPRESENTA EL GRAN TEATRO DE LA VIDA"


La historiadora del arte norteamericana revela detalles poco conocidos sobre uno de los mayores tesoros del Vaticano que atrae 5 millones de visitantes por año



"Imaginen que están Roma y entran a los museos del Vaticano. Han estado recorriendo largos pasillos, pasan estatuas, frescos, muchas, muchas obras. Se dirigen a la capilla Sixtina. Finalmente un corredor largo, unas escaleras y una puerta. Están en el umbral de la Capilla Sixtina. Entonces ¿qué se imaginan?"
Así comienza su exposición la historiadora del arte norteamerica Elizabeth Lev quien, en diciembre último, introdujo a todos los presentes en una suerte de recorrido virtual por el interior de la Capilla Sixtina. Durante los 17 minutos de la charla, que tuvo lugar en el marco de una jornada TED en Ginebra, Lev desgranó con gran pasión detalles interesantes y poco conocidos acerca de esa obra de arte que deslumbra a 5 millones de personas por año.
"Este edificio comenzó como un espacio para un pequeño grupo de sacerdotes cristianos, educados y adinerados. Allí rezaban y elegían al Papa. ¿Por qué atrae y deleita a tantas personas de diferentes confesiones? Porque en ese espacio pequeño hubo una explosión de creatividad", asegura Lev quien, como ella misma dice en su página web, tiene la fortuna de vivir y trabajar en Roma.
"En la era en que un hombre se atrevía a navegar el Océano Atlántico, Miguel Angel asumió el reto de dibujar nuevas rutas artísticas. También contaría una historia, sin apóstoles, una historia de grandes comienzos, la historia del Génesis", analiza la especialista, quien hace unos veinte años se dedicaba a guiar turistas a través de los tesoros de los museos del Vaticano.
El hecho de que Miguel Angel no fuera originalmente pintor le fue de gran ayuda. "En vez de estar acostumbrado a llenar el espacio con grandes multitudes, era esencialista: contaba su historia a través de cuerpos enormes y dinámicos", agrega. Y de eso se trató esta obra majestuosa, que logró terminar en tres años y medio usando un personal mínimo.
Como quien narra una historia, Lev va recorriendo en su exposición las diferentes escenas de ese gran techo en el que, como ella dice, "sólo hay espacio, estructura y energía, una estructura pintada monumentalmente que se abre en nueve paneles más sujetos a formas estructurales que a colores pictóricos".
Al ocuparse del momento de la creación, Lev se detiene en la imagen de Dios. "¿Quién esta en su otro brazo? Eva, la primera mujer. No, ella no fue pensada después. Es parte del plan. Siempre ha estado en su mente. Mírenla, tan cercana a Dios que su mano se envuelve en la de él. Y para mí, historiadora estadounidense del siglo XXI, este fue el momento en que la pintura me habló. Porque me di cuenta de que esta representación del drama humano fue siempre acerca de hombres y mujeres", reconoce la historiadora.
"Y estamos entonces en el aquí y el ahora -concluye-. Estamos atrapados en ese espacio, entre comienzos y finales, en la gran, enorme totalidad de la experiencia humana. La Capilla Sixtina nos obliga a mirar alrededor como si fuera un espejo. ¿Quién soy yo en esta pintura? ¿Soy uno del montón? ¿Soy el hombre borracho? ¿Soy el atleta? Conforme dejamos este cielo de gran belleza, nos inspira a plantearnos las grandes cuestiones de la vida: ¿Quién soy yo y qué papel juego en este gran teatro de la vida?


                                     
Fuente: lanacion.com

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