PALMIRA, UN PATRIMONIO HISTÓRICO DESTROZADO
EN MANOS DEL ESTADO ISLÁMICO

Hasta 2011, era el centro turístico de Siria, pero este año, en manos de los jihadistas, fue perdiendo la arqueología que la distinguía
Una imagen tomada el 8 de abril de 2016 muestra el estado en que quedó la antigua ciudad de Palmira. Foto: AP / Russian Defense Ministry Press Service Photo via AP

Una imagen tomada el 8 de abril de 2016 muestra el estado en que quedó la antigua ciudad de Palmira. Foto: AP / Russian Defense Ministry Press Service Photo via AP

EL CAIRO.- Estado islámico volvió ayer a tomar el control de la ciudad siria de Palmira y sus ruinas grecorromanas, tras cuatro días de intensos combates y más de ocho meses después de ser expulsados.
Palmira liberada del grupo terrorista el pasado 27 de marzo, después de estar meses ocupada por los jihadistas, que dinamitaron tres torres funerarias del siglo I d. C., el templo de Bel, el templete de Bal Shamin y el emblemático arco del triunfo.
La caída en manos de Estado Islámico de Palmira, el 20 de mayo de 2015, llamó la atención de la opinión pública internacional sobre el destrozo de los lugares arqueológicos en Siria y en Irak , debido a las guerras en ambos países y al desprecio mostrado por los terroristas.
Ubicada en un oasis del este de la provincia central de Homs, Palmira fue una de las principales atracciones turísticas de Siria hasta el estallido de la guerra civil en 2011 y sus ruinas son Patrimonio Mundial de la Unesco


Fuente: lanacion.com      

EL BELLAS ARTES CUMPLE 120 AÑOS

Comienzan las celebraciones en el museo nacional.
Abre una muestra que pone en relieve las primeras obras de su colección, y habrá actividades 
Un clásico. El interés por las muestras que propone el museo se transformó en una imagen típica de Buenos Aires. FOTO: Martín Bonetto.
                 Un clásico. El interés por las muestras que propone el museo se transformó en una imagen típica de Buenos Aires.   
                 FOTO: Martín Bonetto.

Mercedes Pérez Bergliaffa

El porteño Eduardo Schiaffino (1858-1935) fue alguien excepcional: artista, gestor, crítico de arte e impulsor y constructor de proyectos. Pero quizás su mérito más importante haya sido fundar, allí donde hoy funcionan las Galerías Pacífico, ni más ni menos que el Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA), es decir, crear el museo de arte más importante de la Argentina. Así, Schiaffino dio en 1896 el primer gran paso para apoyar al arte argentino en su institucionalización, junto al presidente José Evaristo Uriburu, quien firmó el decreto de creación del museo. Esa primera versión se inauguró con un conjunto de obras que Schiaffino reunió a partir de dos grandes donaciones. Una, la de José Prudencio Guerrico –su conjunto es visible hoy en la sala 16 del museo, con un montaje similar al de la época, es decir, al del siglo XIX: las paredes rojas, cierta acumulación, saturación de trabajos, algo de ostentación en el montaje y la exposición de obras europeas que van desde el siglo XVII al XIX–. La segunda donación perteneció a Adriano Rossi, descendiente de italianos y uno de los primeros coleccionistas de arte que tuvo Buenos Aires. La figura del coleccionista de arte, en la Argentina de esa época, era de lo más extraña y escasa: a fines del 1800 el consumo de arte en el país era observado con recelo. De hecho, Juan Manuel de Rosas llegó a llamar a la colección de Guerrico (por Manuel José de Guerrico, padre de José Prudencio) “una moda de gringos”.Se puede señalar que fue Schiaffino quien, con este patrimonio inicial de 163 obras, comenzó a formar la valiosa colección que hoy en día tiene el Bellas Artes, con más de 12 mil obras y un patrimonio económico difícil de calcular. “Millones de millones de dólares”, según las palabras de Julio César Crivelli, presidente de la Asociación de Amigos del MNBA, un órgano fundamental para el funcionamiento del museo que lo acompaña casi desde sus inicios y ya cuenta 85 años.Pasó más de un siglo desde ese primer y arriesgado gesto de Schiaffino, un artista poco comprendido en su tiempo. Este lunes empiezan los festejos por los 120 años del museo, con actividades que se celebrarán durante todo diciembre. En particular, se inaugura una muestra conmemorativa curada por Angel Navarro.La exposición mostrará el grupo fundacional de obras, las gestiones y acciones que llevó a cabo Schiaffino para crear el MNBA y, también, los gestos de los donantes de aquella época, así como el rol central del Estado en la consolidación institucional y el trabajo realizado desde hace años junto con la Asociación de Amigos del museo.

Schiaffino. Frente al panel "La arquitectura", de Lefebvre, en 1906.
                             Schiaffino. Frente al panel "La arquitectura", de Lefebvre, en 1906

"El museo del siglo XIX es cada vez más un museo del siglo XXI”, comenta respecto del rol actual del MNBA Pablo Avelluto, ministro de Cultura de la Nación. “Su historia es también una historia de los modos de ver el arte argentino y universal desde nuestra cultura. Celebramos su historia, pero más que nada celebramos su presente vibrante e inspirador para todos”, define.Por su parte Andrés Duprat, director del Bellas Artes, agrega: “Veo al MNBA como una construcción permanente desde 1896 hasta ahora. Es interesante llamar la atención sobre una institución forjada por mucha gente en distintas épocas". Crivelli evalúa que “el museo tiene una colección impresionante, pero tiene también un pendiente grande, que es el de poder tener una mayor superficie”. Comenta que existe un plan de ampliación utilizando el espacio de la TV Pública, sobre la avenida Figueroa Alcorta. “La extensión necesaria se podría hacer allí o también en el mismo edificio del museo, construyendo hacia arriba, por ejemplo. El otro pendiente que tiene el MNBA es el de exponer el núcleo que se sacó de la vista del público: la colección de arte precolombino”, explica. Con una historia fundamental para el arte y la cultura de nuestro país, y con el nombre del pintor y pionero Schiaffino en primer plano, el MNBA comienza ahora una celebración importante: con ella, demostrará todo lo que fue construyéndose colectivamente hasta ahora y también expondrá el potencial que tiene entre sus manos. Dicen que 120 años no es tanto. Para construir un museo nacional de arte con una colección –formada por donaciones y adquisiciones- que comprende trabajos de Van Gogh, Renoir, Monet, Rembrandt, Goya, Puente, Le Parc, Di Stéfano, Macció, Baddií, Renart, Luis Felipe Noé, De La Cárcova y Fader, fue suficiente. Celebremos, entonces, el aniversario de uno de los núcleos que definen nuestra identidad. Allá vamos, entonces.

Dónde: en Avenida Del Libertador 1473.
Horario: Martes a viernes, de 11 a 20. Sábados y domingos, de 10 a 20.
Entrada: gratis.
ACTIVIDADES
Mientras continúa la exhibición con 70 obras de Ernesto de la Cárcova, a 150 años de su nacimiento, y atraviesa sus últimos días de exposición la retrospectiva en homenaje al artista de vanguardia Gyula Kosice, el Bellas Artes preparó una programación especial que se puede consultar en la Web del museo:
* Este lunes, a las 20, en el segundo piso, se inaugura la exposición ”120 años de bellas artes”, curada por Angel Navarro, con el grupo fundacional de obras y el legado de Eduardo Schiaffino. A las 21, en las terrazas, dará un concierto el Sexteto Irreal.
* Habrá visitas guiadas todos los martes y miércoles del mes, a partir de las 14, desde el hall central.
* El cuarteto Gianneo interpretará obras de Alberto Ginastera y Ludwig van Beethoven. Este martes y miércoles, a las 18.30, en la sala 5, planta baja. También habrá funciones el martes 20 y miércoles 21.
* “El nervio óptico” es el título de una representación teatral que invita a conocer el Bellas Artes, en base a un libro de María Gainza. Este martes y miércoles, a las 20, desde el hall central. Las entradas se retiran con una hora de anticipación.
* Este miércoles, a partir de las 18, la escritora María Moreno realizará una recorrida por el museo acompañada por el público, repasando sus obras preferidas de la colección. Un diálogo entre las artes visuales y la literatura. Hall central.


Fuente: clarin.com

FIN DE UN MISTERIO:
LAS PIERNAS MOMIFICADAS DE LA REINA EGIPCIA NEFERTARI
ESTÁN EN ITALIA

En 1904 habían hallado su tumba en Egipto. 
Y enviaron algunos restos a un museo de Turín que analizaron recién ahora.
Las rodillas momificadas de Nefertari. EFE
                  Las rodillas momificadas de Nefertari. EFE

Un grupo de arqueólogos identificó dos piernas momificadas que se exponen en el Museo Egipcio de Turín en Italia, como pertenecientes a la reina egipcia Nefertari, la esposa favorita del faraón Ramsés II, informó ayer en un comunicado la universidad inglesa de York.Los académicos de ese centro de estudios Stephen Buckley y Joann Fletcher participaron en la investigación internacional que determinó la presunta procedencia de esas extremidades, mediante exámenes químicos y paleopatológicos. También recolectaron pruebas mediante datación por radiocarbono.Los científicos, cuyo estudio se publica en la revista estadounidense PLOS One, concluyen que “el escenario más probable es que esas rodillas momificadas verdaderamente pertenecieran a la reina Nefertari”.

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   La reina Nefertari
Los investigadores establecieron que las piernas, extraídas por arqueólogos italianos en 1904 de una tumba del Valle de las Reinas en Egipto, son de una mujer adulta de unos 40 años.El análisis químico efectuado por Buckley corroboró que los materiales utilizados para embalsamarlas se ajustan a la tradición de momificación egipcia del siglo XIII a.c., lo que, junto con otros indicios, indican que esos restos momificados pudieron ser de Nefertari.“Tanto Stephen como yo tenemos gran experiencia en estudiar las momias reales egipcias, y las pruebas que hemos podido reunir sobre los restos de Nefertari no solo complementan las investigaciones que hemos hecho sobre la reina y su tumba, también nos permiten añadir otra pieza al puzzle de lo que se sabe sobre la momificación en Egipto”, declaró Fletcher.Nefertari Meryetmut, cuya muerte se sitúa en 1.255 a.c. perteneció a la dinastía egipcia XIX y fue la Gran Esposa Real de Ramsés II el Grande, uno de los faraones más poderosos.A la esposa preferida del faraón Ramsés II se le dedicó una tumba espléndidamente decorada en el Valle de las Reinas. E incluso si fue saqueada en tiempos antiguos, la tumba -descubierta por el arqueólogo italiano Ernesto Schiaparelli contenía diversos restos que fueron enviados al Museo Egipcio de Turín, incluyendo partes de un par de piernas momificadas (tibias y fémures) Sin embargo, solo recientemente se realizó el estudio para descubrir si esas piernas efectivamente representaban todo lo que quedó de una de las más legendarias reinas de la historia de Egipto.

 
Fuente: clarin.com

OBRAS QUE PICASSO ATESORÓ HASTA EL FIN

Por primera vez en Buenos Aires.

La muestra que abrió el viernes en el Moderno exhibe 74 trabajos que el pintor nunca puso a la venta.
En marcha. Los últimos arreglos antes de que se abran las puertas de la exposición. Foto: Andres D'Elia
En marcha. Los últimos arreglos antes de que se abran las puertas de la exposición. Foto: Andrés D'Elía
 Ana María Battistozzi


Pablo Picasso es uno de los artistas visuales más taquilleros del presente. Lo es desde aquella emblemática retrospectiva de 1981 que le dedicó el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA) y demostró al mundo que una exhibición podía cambiar el rostro de una ciudad y convertirla en un imán capaz de atraer miles de entendidos y turistas. Es sabido: la sola mención de Picasso hoy convoca multitudes. Sea alrededor de un escuálido conjunto de grabados, cerámicas y servilletas con la paloma de la paz y su firma –como los que llegaron a este país en más de una ocasión– o de un conjunto de gran consistencia como este que llega al Museo de Arte Moderno de Buenos Aires desde el Museo Picasso de París y se podrá ver a partir del viernes.
Son setenta y cuatro obras sobre papel que pertenecieron al propio artista hasta su muerte y luego sus herederos ofrecieron al estado francés como parte del impuesto a la herencia. El acuerdo permitió el nacimiento del fascinante museo Picasso en el barrio de Le Marais. Así se abrió una de las más completas colecciones del artista integrada por más de cinco mil piezas.
De ese importante patrimonio, lo que ahora viene por primera vez a la Argentina, tras la selección que realizaron la directora del Moderno Victoria Noorthoorn y su equipo de trabajo, es un conjunto más que suficiente para ofrecer al público un sólido recorrido retrospectivo por la obra de Picasso.



   "Retrato de Françoise", 1947.
   Carbonilla sobre papel vélin de dibujo.
   Foto: © 2016 Sucesión Picasso / SAVA, Buenos Aires.

La organización en el espacio del museo es cronológica; se inicia en 1897 en Barcelona, cuando el artista tenía apenas 16 años y termina en 1972, un año antes de su muerte. Entre un extremo y otro se suceden de modo exuberante las múltiples líneas de investigación que fue explorando en sucesión y simultáneamente. Desde las melancólicas figuras expresivas, asociadas a las épocas azul y rosa de los primeros años del 1900 y la dura primera estadía de juventud en París, a la indagación que reconduce sus intereses hacia la escultura ibérica y el arte africano para arribar luego a la experimentación cubista que compartió con Georges Braque. Todo esto en el breve tiempo transcurrido entre 1901 y 1909.
Resulta imposible no evocar entonces aquella afirmación de Octavio Paz respecto de la inigualable dimensión proteica de su producción que lo identifica con los mayores cursos del arte del siglo XX. Así un importante grupo de “papier collés” de los que produjo en los años de la primera guerra europea y dieron lugar a fructíferos debates entre notables teóricos convive con trabajos que lo aproximan a las perspectivas libertarias y relativas que promovió el surrealismo, curiosamente desde sus investigaciones cubistas.
“Buscamos armar una exposición que no caiga en lugares comunes frecuentes de la obra de Picasso”, explica Victoria Noorthoorn. Uno de ellos es el énfasis que sucesivas exposiciones pusieron en las mujeres que pasaron por su vida. Un pasaporte al éxito de público que muchas instituciones –incluido el MoMA– no pudieron evitar.
“Tampoco encasillarlo en categorías estilísticas como el cubismo analítico, el cubismo sintético, el surrealismo, sino entender a Picasso como un artista muy interesado por la realidad que lo rodea y volviendo sobre sí mismo para retroalimentarse permanentemente”, agrega la curadora de la muestra.


"Tres bañistas", 1920. Pastel sobre papel vélin. Foto: © 2016 Sucesión Picasso / SAVA, Buenos Aires.
                                       "Tres bañistas", 1920. Pastel sobre papel vélin.
                                       Foto: © 2016 Sucesión Picasso / SAVA, Buenos Air

En la recorrida se advierte el interés de Picasso por ciertos maestros, con observaciones precisas que son la base de sucesivas reformulaciones creativas. Velázquez, El Greco, Ingres, Delacroix, Cézanne. De cada uno toma algo al tiempo que los disecciona, conservando su esencia pero transpuesta a un lenguaje que es el de Picasso; un lenguaje inquieto en permanente cambio.
La selección incluye dibujos relacionados con las colaboraciones que realizó para el Ballet Ruso de Diaghilev. También retratos de sus mujeres, algunos más esbozados, otros más precisos: Olga Koklova, Françoise Gilot y Dora Maar. Varios dibujos en los que parece empeñado en comprender la lógica de la línea de Ingres. Como así también una tinta –Monster de Boisgeloup (1935)– que en cierta medida participa de la estética de Sueño y mentira de Franco, la serie de grabados que anticipa algunas de las figuraciones de Guernica. Muchos de estos trabajos integraron la retrospectiva del 81 en el MoMA.
El dato no hace sino respaldar la coincidencia entre Victoria Noorthoorn y Emilia Philippot, curadora asociada del museo francés, que ubican al dibujo como un territorio fundamental en las investigaciones artísticas de Picasso. Es allí donde se ponen de manifiesto las diferentes elaboraciones y reelaboraciones que impulsan al artista de una búsqueda a otra. Es en ese gran laboratorio de formas, al decir de Philippot, “donde se revela el flujo de su imaginación en permanente actividad”.

FICHA:
Pablo Picasso: Más allá de la semejanza,​
Se inaugura el viernes, a las 19, y sigue hasta el 28 de febrero en el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires (avenida San Juan 350). 
Entrada: $ 20. Martes, gratis. 

EN UN PUEBLITO HOLANDÉS , DESDE EL INTENDENTE A LOS VECINOS
BUSCAN LA FAMOSA CAMA DE VAN GOGH

Arte 
Se basan en la investigación de un historiador experto en el pintor. La cama se hizo célebre con la obra "El dormitorio en Arlés", de 1888.
'El dormitorio en Arlés', la obra que hizo célebre la cama del artista. (MUSÉE D'ORSAY)
'El dormitorio en Arlés', la obra que hizo célebre la cama del artista. (MUSÉE D'ORSAY)


"Los muros lila pálido, el suelo de un rojo gastado y apagado, las sillas y la cama amarillo de cromo, las almohadas y la sábana verde limón muy pálido, la manta roja sangre, la mesa de aseo anaranjada, la palangana azul, la ventana verde. Había querido expresar un reposo absoluto mediante todos estos tonos diversos".
Con esta carta dirigida a su hermano Théo, Vincent Van Gogh describió líricamente su obra "El dormitorio en Arlés" (1888), que hizo célebre la cama del pintor. Ahora, casi 130 años después, se sabe que esa misma cama podría estar extraviada en una casa o desván de una ciudad holandesa pequeña. Y todo el pueblo, cual detectives, la están buscando.
Todo empezó cuando el historiador experto en Van Gogh, Martin Bailey, dijo que la cama donde durmió el artista cuando vivía en la ciudad francesa de Arlés (sur) podría haber terminado en una casa en Boxmeer — un municipio holandés cercano a la frontera con Alemania— después de la Segunda Guerra Mundial.
Así las cosas, el Ayuntamiento y los vecinos de Boxmeer se han mandado a buscarla por todos los desvanes y casas. “No suelo hablar de secretos de alcoba, pero este es especial. Miraremos por todas partes”, dijo Karel van Soest, el alcalde.

Bailey basó su descubrimiento de una carta escrita en 1937 por el primo del artista, Vincent Willem, en la que cuenta que seguía teniendo la cama de su famoso tío, que se suicidó en 1890.

"Ésta fue una carta clave que demuestra que la cama sobrevivió y fue llevada a Holanda", dijo Bailey al canal de televisión público NOS. "Fue una verdadera sorpresa para mí. Esto tampoco era conocido por los estudiosos de la obra de Van Gogh", agregó.

El experto contactó a Johan van Gogh, el hijo más anciano del primo del artista, "y, para mi gran sorpresa, recordaba la cama".

Johan van Gogh, de 94 años, dijo que la cama fue abandonada en la casa de su padre en Laren hasta 1945 y luego enviada a Boxmeer, a unos 120 kilómetros al sur, como parte de una donación para ayudar a los holandeses que habían perdido sus pertenencias durante la guerra.

Ayudado por un colega, Bailey incluso encontró una foto del camión que trasladó el mueble de Laren a Boxmeer. "Esa fue la última pieza del rompecabezas. No hay dudas de que la cama terminó en Boxmeer", dijo Bailey.

"Por supuesto, la pregunta que más nos intriga es: ¿dónde está ahora?", dijo el experto, quien admite que la cama puede haber sido tirada, sin querer, en algún lado.

Van Gogh pintó tres versiones de "El dormitorio". La de 1888 está colgada en el museo de Van Gogh en Ámsterdam, mientras que las otras dos fueron pintadas en 1889 y se exhiben en el Instituto de Arte de Chicago y en el Museo d'Orsay de París.

En respuesta a Bailey, el museo Van Gogh comentó: "Sería interesante si se encuentra la cama". Y agregó: "Seguiremos de cerca las investigaciones".


Con informe de AFP y El País de España 

Fuente: clarin.com

PUNTO FINAL JUDICIAL A UNA MEGA OBRA
PREVISTA JUNTO A UN HISTÓRICO CONVENTO.

El Tribunal Superior de Justicia confirmó la nulidad del permiso para construir una torre de 60 metros junto al monasterio de Santa Catalina de Siena

Santa Catalina de Siena, desde la calle Viamonte; al lado, la parcela en la que se iba a edificar una torre Rodrigo Néspolo
   Santa Catalina de Siena, desde la calle Viamonte; al lado, la parcela en la que se iba a edificar una torre.       Rodrigo Néspolo

Fernando J. de Aróstegui

Durante años, el historiador Félix Luna se ilusionó con que frente a su domicilio de Reconquista 754, en el microcentro, se creara un amplio espacio verde donde pudiera "fumarse un puchito, tomar un café y leer un rato bajo los árboles", según recordó su hija Felicitas. Ese espacio nunca se creó: al contrario, en marzo de 2011 el gobierno porteño autorizó la construcción de un edificio de 60 metro, con seis subsuelos de cocheras, que abarcaría todo el frente de Reconquista, desde la avenida Córdoba hasta Viamonte, y que lindaría en su fondo con la iglesia y el monasterio de Santa Catalina de Siena, fundados en 1745 y declarados monumento histórico nacional.
Pero esta semana, el Tribunal Superior de Justicia porteño puso un freno definitivo al emprendimiento inmobiliario al confirmar la nulidad de la resolución que lo había habilitado. Según argumentó, por "no habérsele dado intervención" en el caso a la Secretaría de Planeamiento Urbano, un paso ineludible de acuerdo con la normativa vigente, lo que tornó vicioso el procedimiento administrativo.
El caso había llegado a la Justicia en mayo de 2011 cuando Felicitas Luna, la ONG Basta de Demoler y Lucas Terra, vecino del barrio y arquitecto, iniciaron una acción de amparo con el fin de revocar el permiso de la descomunal obra: consideraban que su ejecución le produciría al monasterio y la iglesia un "daño irreparable" debido a los inevitables movimientos a los que serían sometidos.

"Las excavaciones que debían efectuarse para construir las cocheras del proyecto inmobiliario vulneraban la base estructural del monasterio. Además, el monumento necesita recibir la luz directa del sol para contrarrestar las humedades propias de un edificio tan antiguo, pero iba a quedar en el cono de sombras de la torre", explicó Santiago Pusso, integrante de Basta de Demoler. Y agregó que, además, las torres iban a "encerrar" al monumento, "con lo cual se perdía su dimensión, algo esencial para que se aprecie".

La Justicia se pronunció a favor de los amparistas en primera instancia. Inversora Santa Catalina de Siena SA (Isanca), desarrolladora del proyecto, y la Ciudad apelaron la decisión. Pero la Cámara de Apelaciones también falló en su contra. Ahora, el Tribunal Superior de Justicia - con el voto de los jueces Luis Francisco Lozano, Ana María Conde y José Osvaldo Casas-le puso punto final a la disputa al confirmar la nulidad de la autorización.
En la manzana delimitada por las calles San Martín, Viamonte, Reconquista y la avenida Córdoba, el monasterio y la iglesia de Santa Catalina de Siena fueron diseñados por los arquitectos jesuitas Juan Bautista Prímoli y Andrés Bianchi. 
Este último es considerado uno de los proyectistas más importantes del siglo XVIII en Buenos Aires: participó de la construcción del Cabildo, de la iglesia de San Ignacio y de la iglesia del Pilar, entre otros proyectos. la opinión del máximo tribunal, el vecino y amparista Terra sumó que se registraron otras "irregularidades" durante el trámite. 
El 15 de febrero de 2011, en la Legislatura se votó en primera lectura la ley que creaba el Área de Protección Histórica Catedral al Norte, que incluía la manzana del monasterio, la iglesia y el frustrado emprendimiento inmobiliario. Sin embargo, el 2 de marzo la Dirección General de Interpretación Urbana (Dgiur) dio luz verde a la megaobra.
La Cámara de Apelaciones consideró que estaba impedida de "resolver acerca de la factibilidad del proyecto presentado por Isanca mientras se encuentre en trámite parlamentario un proyecto de ley, luego sancionado por la Legislatura (ley 3943), que tenía por objeto, entre otros, acordar una protección especial" al área en cuestión.
El arquitecto Antonio Ledesma, que firmó la autorización, y Roberto Parysow, arquitecto a cargo del desarrollo inmobiliario, fueron socios hasta seis meses antes de que el primero fuera designado en su cargo", señaló con suspicacia Terra.
Según explicó María Carmen Usandivaras, presidenta de Basta de Demoler, el monasterio y la iglesia "conforman algunos de los últimos vestigios de arquitectura colonial en Buenos Aires". Santa Catalina fue el primer convento de monjas de clausura de Buenos Aires. En 1942 se declaró monumento histórico nacional a la iglesia y en 1975, al monasterio.

La voz de los que impulsaron el amparo



Santiago Pusso  - 
Basta de demoler
"Al construir las cocheras, las excavaciones iban a vulnerar la base estructural del monasterio"
Lucas Terra
Vecino del barrio
"Se registraron irregularidades durante el proceso de aprobación de la obra"

Fuente: lanacion.com

"QUIRÓFANO DE FARAONES"
SANDALIAS ROTAS DE TUTANKAMÓN Y MOMIAS SE PONEN A NUEVO
EN EGIPTO

“Quirófano” de faraones

 El nuevo centro de conservación de El Cairo revela sus secretos mejor guardados. Como cirujanos, 160 expertos restauran tesoros milenarios que se exhibirán en 2018
.

Sueño de eternidad. Un sarcófago espera su turno para la restauración.
Sueño de eternidad. Un sarcófago espera su turno para la restauración.
Diana Baccaro


Mohammed Safwat mete la nariz en las sandalias de Tutankamón. Con los ojos casi pegados a la suela, reconstruye con pinza y precisión de cirujano ese tesoro que por ahora no fue exhibido al público. Cuando esté listo formará parte del ajuar funerario del faraón en el Nuevo Museo de El Cairo que se está construyendo frente a las Pirámides de Giza.
Dos meses le llevó a Mohammed armar el rompecabezas de piezas minúsculas que le dan forma a la mitad trasera del calzado izquierdo. Y calcula otros dos meses para completar la parte de adelante. Luego seguirá con el derecho. Con ellos, el faraón más famoso de Egipto supo arrastrar sus pasos por la arena caliente del desierto en el año 1.300 antes de Cristo.
 Nunca antes habían recibido tratamiento de conservación, hasta que se pusieron en las pacientes manos de Mohammed: “Estas sandalias valen oro”, dice envuelto en su guardapolvo blanco, y vuelca su pecho ante ellas como quien hace una reverencia.

Este mes, otros 300 objetos de Tutankamón (todos hallados en su tumba, en 1922) fueron trasladados de los almacenes del viejo y caótico Museo Egipcio de El Cairo a la que será la nueva casa “Tut”, como le dicen acá al niño rey que murió a los 18 años. Se estima que la primera sala, dedicada enteramente a su vida y a su muerte, abrirá en enero de 2018. Y con ella se espera también volver a abrirle la puerta al turismo internacional, que se desplomó en 2011 con las revueltas políticas y la posterior sombra del terrorismo en la región.

Entrar al centro de conservación más grande del mundo, pegado a
la Gran Esfinge de Giza, es como meterse en un quirófano. O en un sueño de eternidad. Hay decenas de momias que con caras arrugadas y uñas largas esperan turno para ser atendidas en camillas de acero. “Estaban en los almacenes del Museo Egipcio y creemos que nueve de cada diez están infectadas, hay que curarlas antes de exhibirlas”, precisa el conservacionista Islam Mustafá. Con los achaques de tres milenios y varios decenios encima, las momias “duermen” envueltas en un nylon transparente. “Lo primero que tenemos que hacer cuando recibimos una momia es documentar su estado: es clave saber si se trata de un noble o de un rey, y la época en que vivió”, sigue Mustafá, mientras pasea su mirada por los sarcófagos donde todavía es posible ver dibujos y restos de pinturas originales
El centro de
conservación tiene 17 salas, con 80 arqueólogos y 80 conservacionistas. En la de los objetos pesados asoman las esculturas de piedra que vistieron los monumentos de todas las épocas de Egipto. Por lo general, llegaron desde Luxor, donde los faraones construyeron la mayoría de sus tumbas del lado oeste del Nilo.
Para Mustafá, el objeto más valioso que atesora el centro de conservación es el enorme papiro que se despliega a lo largo de una mesa blanca. Tiene 3.000 años y les llevó a los expertos tres meses de trabajo unir las siete partes de la pieza en un rollo de jeroglíficos. Fue encontrado en una tumba y contiene una oración de despedida al difunto. La restauración está casi terminada y pronto pasará al almacén del nuevo museo, que ya
 acumulan 16.000 piezas listas para la futura exhibición.
Nadie acá, en este increíble hospital de faraones, piensa que está escribiendo el último capítulo de la interminable historia de Egipto, atravesada por una cultura obsesionada con la muerte y la inmortalidad. A su manera, todos acarician la idea de que es posible encontrar aún hoy más tesoros escondidos bajo la arena del desierto, como las tumbas de Cleopatra y Nefertiti, legendarias y auténticas reinas del Nilo.


Fuente: clarin.com